Los obispos volvieron a advertir ayer sobre una pobreza "que duele" y sobre la persistencia de situaciones graves de exclusión social en la Argentina, al tiempo que exhortaron a la clase política a más diálogo y menos crispación para promover el desarrollo integral de los argentinos. En los mensajes pascuales, también reclamaron definiciones sobre cuestiones "vitales", como la lucha contra el narcotráfico y la prevención de las adicciones, el aborto, la trata de personas y el cuidado de la vida en toda su extensión.
El arzobispo de Santa Fe y vicepresidente segundo de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor José María Arancedo, abogó para que "la luz de la Pascua ilumine el camino de este año electoral" porque "el político, junto a su preparación y competencia, debe abrevar y sentirse exigido por los valores morales. Alejado de todo enfrentamiento estéril, debe ser testigo de un diálogo maduro y ejemplar para la comunidad", resaltó. Recordó que "estas actitudes elevan a la política y hacen de ella un acto de docencia cívica y de renovada esperanza para el pueblo. Ella necesita del poder, pero no como un bien absoluto que deba conservar a cualquier precio, sino como un tiempo oportuno de servicio en el marco constitucional", subrayó.
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NO SOLO LA POBREZA DUELE...DUELE LA DIRIGENCIA...
ResponderEliminarY LAS LEYES TAMBIEN.
SOLO NOS QUEDA ORAR, PARA QUE HAYA UN CAMBIO PO-
SITIVO. ACORDEMONOS A LA HORA DE EMITIR EL VOTO.
ETELVINA