foto: La Nación
Numerosos fieles participaron el domingo 6 de febrero por la noche de la misa en la que tomó posesión de la parroquia Nuestra Señora del Carmen, de Campo Gallo Santiago del Estero), el presbítero José María “Pepe” Di Paola, hasta hace unos meses párroco de Nuestra Señora de Caacupé, del barrio de Barracas, en la Capital Federal.
La Eucaristía fue presidida por monseñor Adolfo Uriona FDP, obispo de Añatuya, diócesis a la que pertenece la parroquia que será el nuevo destino del sacerdote porteño, concelebrada por el párroco saliente, presbítero Juan Pablo Ortiz, y otros sacerdotes, entre los que se encontraban algunos del clero porteño que, al igual que algunos fieles de su antigua parroquia, viajaron especialmente para acompañar al padre Pepe.
Monseñor Uriona destacó en la homilía que este acontecimiento se produce en el marco de las celebraciones por los 50 años de la diócesis, y entre otras cosas se refirió a “las condiciones que tiene que tener el auténtico discípulo de Jesús”, e invitó al padre Pepe y a los feligreses a “ser luz del mundo”.
Es una bendición que venga un sacerdote nuevo a la diócesis
En declaraciones a El Liberal, el obispo dijo que “es una bendición que venga un sacerdote nuevo a la diócesis. Gracias a Dios el año pasado vinieron dos sacerdotes nuevos en la segunda parte del año, y ahora se incorpora el padre Pepe, con mucha trayectoria en el servicio a los más necesitados. Es una bendición de Dios”.
Comentó que desde setiembre del año pasado “que venimos conversando su pase a la diócesis de Añatuya. A él le toca la parroquia de Campo Gallo, geográficamente una de las más grandes de la diócesis con una extensión de casi 100 kilómetros a la redonda de Campo Gallo, donde hay cerca de 28 ó 30 centros o parajes donde la gente vive diseminada en medio del monte”. Y agregó: “Gracias a Dios, tengo todas las parroquias cubiertas con sacerdotes, pero siempre es muy necesario otro sacerdote. De todas maneras, estoy tratando de que haya mayor compromiso de los laicos, porque no es cuestión de multiplicar los sacerdotes solos, sino que los laicos de cada lugar se comprometan”.
Que encuentren en la Iglesia el lugar donde puedan crecer sanamente
Por su parte, también en declaraciones a El Liberal, el padre Di Paola dijo que uno de sus objetivos es tratar de conformar grupos juveniles y que la parroquia sea un lugar de encuentro para todos los habitantes de Campo Gallo y de los parajes de la jurisdicción parroquial.
El flamante párroco manifestó su intención de repetir la experiencia que llevó adelante en Barracas, que es la de lograr que “los jóvenes puedan desarrollar las capacidades que Dios les regaló” y agregó: “Quiero que los chicos y los más necesitados encuentren en la Iglesia el lugar donde puedan crecer sanamente”.
Fuente: AICA
Conociendo la trayectoria del P.Pepe, quien se
ResponderEliminardesempenio, con la garra que lo caracteriza, en
la villa, con gente dificil de manejar y el des-
tino que le ha tocado tampoco es simple, Aniatuya
tiene una poblacion tan o mas dificil que la anterior, hacemos votos para que su desempenio
en esta tarea pastoral, sea abundante y ricamente
bendecido...!
Etelvina