En Alemania, tierra natal de Lutero, ya hay más fieles católicos que luteranos. Los datos oficiales de 2009 lo confirman: en Alemania se declaraban católicos 24.900.000 personas, mientras que las 22 congregaciones que integran la Iglesia Evangélica en Alemania (EKD, en alemán) sumaban sólo 24.200.000 afiliados. Por primera vez desde la Reforma Luterana, los católicos vuelven a ser el grupo mayoritario.
Hay que tener en cuenta que definirse como perteneciente a una u otra realidad implica pagar automáticamente un impuesto extra, que hace que la Iglesia católica alemana sea la mejor financiada del mundo (y la que más ayuda a las misiones). En ambas iglesias la práctica religiosa dominical es baja, de apenas un 13%.
En 1950 los protestantes alemanes eran 42.200.000. En 2009, la cifra alcanzó sólo los 24.200.000, con una disminución del 42,7%. Por el contrario, los católicos pasaron de 23.200.000 en 1950 a 24.900.000 en 2009, lo que supone un incremento del 7,3%.
El comunismo de la República Democrática Alemana en zonas mayoritariamente protestantes, hizo estragos. Pero la puntada final la dio la influencia del modernismo y la teología liberal en las iglesias protestantes de Alemania, con la aceptación de la ordenación de mujeres, la anticoncepción, el divorcio, el aborto, la eutanasia, el matrimonio homosexual, la ordenación de homosexuales activos y obispas divorciadas. Nada de eso atrajo fieles.
Al comentar estas informaciones, Sandro Magister, el conocido vaticanista italiano del semanario L’Espresso, menciona con ironía el hecho de que personas como Hans Küng propongan para la Iglesia católica las mismas recetas que llevaron al fracaso al protestantismo.
El comunismo de la República Democrática Alemana en zonas mayoritariamente protestantes, hizo estragos. Pero la puntada final la dio la influencia del modernismo y la teología liberal en las iglesias protestantes de Alemania, con la aceptación de la ordenación de mujeres, la anticoncepción, el divorcio, el aborto, la eutanasia, el matrimonio homosexual, la ordenación de homosexuales activos y obispas divorciadas. Nada de eso atrajo fieles.
Al comentar estas informaciones, Sandro Magister, el conocido vaticanista italiano del semanario L’Espresso, menciona con ironía el hecho de que personas como Hans Küng propongan para la Iglesia católica las mismas recetas que llevaron al fracaso al protestantismo.
Fuente: AICA
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