Un asalto a mano armada con todas las letras y a
pleno día, a un paso de la Casa Rosada, en el centro turístico de Buenos Aires.
Perpetrado por un grupo de delincuentes hace una semana. El sucesor de
Bergoglio, arzobispo y próximo cardenal, Mario Poli, lo denunció el mismo día.
La rapiña, se produjo exactamente el domingo 26 de
enero cuando terminó la misa de las 18, mientras el sol inundaba la famosa
Plaza de Mayo. Los ladrones, tres o tal vez más, se mezclaron con los fieles y
junto con ellos participaron de la celebración vespertina, la última de la
jornada, después de la cual normalmente se cierra la catedral. Con armas en la
mano pasaron del templo al arzobispado, donde Bergoglio tenía su residencia y
su despacho. Allí redujeron a un guardia de seguridad y cinco religiosos que se
encontraban en el primer piso del edificio, sustrayendo 100 mil pesos en
efectivo (aproximadamente 9200 euros) y objetos de valor. El inventario de lo
que se llevaron los malvivientes se encuentra en manos de la policía federal,
que no lo ha dado a conocer por razones propias de la investigación.
La policía sospecha que se trata de un robo
planificado con los datos de un “soplón” desde adentro. Los asaltantes sabían
lo que iban a buscar y tenían una copia de las llaves para abrir el portón que
desde el interior de la catedral conduce a las oficinas de la curia.
Fuente: Vatican Insider
Ya no se descarta nada, menos aun, que hubiera "un soplon".
ResponderEliminarLa inseguridad ha llegado hasta la misma curia eclesiastica.!
Etelvina