Fue un escándalo de marchas y contramarchas en el que la política de Barack Obama quedó descolocada. En el primer acto, los demócratas eliminaron a Dios de su plataforma electoral y, de paso, a Jerusalén como capital de Israel. En el segundo, y luego de que los republicanos ventilaran el doble asunto como una "vergüenza", se vieron obligados a recoger soga a toda máquina y corregir el texto original, en un intento de "aquí no ha pasado nada". Pero fue entonces cuando el ruido saltó en sus propias filas: la corrección fue aprobada en una asamblea fracturada, que entre silbidos de malestar mostró división interna entre los demócratas en cuestiones sensibles de política.
"Las plataformas no son vinculantes para el presidente, sí representan las metas e ideales de sus bases", explicaron a LA NACION fuentes partidarias, en medio del escándalo. La súbita corrección descolocó incluso al vocero presidencial, Jay Carney, que poco antes de que se produjera la marcha atrás intentó bajar el tono del debate. "Aquí no hay nada nuevo. Nada de qué discutir", había dicho. Pero fue en vano. La cuestión escaló tanto que, según trascendió, fue el propio Obama el que tuvo que interceder para subsanarla. "¿Quién sacó eso de allí?", comentan que dijo el presidente, en alusión a Dios y a Jerusalén como capital. Pero, hasta anoche, nadie lo había confirmado.
Texto completo:
Es cierto que Barack Obama, viene pisando en fal-
ResponderEliminarso, pero a toda America, tanto del Norte, Central
y Sur, nos esta tristemente pasando lo mismo. He-
mos sacado a Dios de todos lados y asi nos va...!
Veremos que ocurre con Obama en las elecciones,
que se avesinan...!
ETELVINA