Con la llegada de monseñor José María Arancedo a la Conferencia Episcopal Argentina, el Gobierno avizora "tiempos de paz" y "concordia" con la Iglesia, en contraposición a los momentos de tensión que vivió la Casa Rosada con el arzobispo Jorge Bergoglio al frente de la cúpula eclesiástica. Arancedo tiene una buena relación con Cristina Kirchner, por lo que la Casa Rosada entrevió desde ayer que el arzobispo de Santa Fe será un "canal de diálogo importante" con la Iglesia. Desde hace varios años que Arancedo tenía buen diálogo con el secretario de Culto de la Cancillería, Guillermo Oliveri.
Pero quizás el momento en que mayor cercanía mostró el Gobierno con el arzobispo de Santa Fe se dio en noviembre de 2009, en Roma. Fue cuando Arancedo viajó al Vaticano en nombre de la Conferencia Episcopal Argentina para acompañar a Cristina Kirchner en su visita al Papa para conmemorar junto con la entonces presidenta de Chile, Michelle Bachelet, los 25 años del Tratado de Paz y Amistad por el conflicto del Beagle, que firmaron ambos países con la mediación de Juan Pablo II. A partir de ese viaje, la Presidenta vio en Arancedo un canal de diálogo válido con la Iglesia. Ayudó en aquella visita a Benedicto XVI la presencia del diputado Ricardo Alfonsín, invitado especialmente por el Gobierno. Arancedo era primo hermano del ex presidente Raúl Alfonsín.
Texto completo:
Con mucho dolor debo confesar que la ida del Car-
ResponderEliminardenal Bergoglio, era de esperarse ya que ya cumple la edad para retirarse. Yo llevo muchos anios transitando en este mundo y a los detractores les guste o no, si tienen memoria, han pasado muchos Cardenales pero ninguno capaz de jugarse, como buen jesuita, por su Fe y sus profundas convicciones...! Esperen y veran...P.B.
hay uno solo...Ya se daran cuenta con el tiempo.!
ETELVINA