El choque entre la jerarquía de la Iglesia Católica de Nicaragua y el presidente Daniel Ortega ha sido constante, debido al abuso de los símbolos religiosos por parte del partido oficial; pero una protesta de los obispos ha detonado con virulencia debido a un reciente discurso que la señora de Ortega pronunció delante de una asamblea de militantes en Managua, donde dijo, textualmente, refiriéndose a la celebración del aniversario de la revolución de 1979: "El sandinismo es fe, creencias, prácticas, rituales. Ese acto del 19 de julio todos los años es como una gran misa. Dios me perdone si a alguien ofendo, ¡pero eso es! Nosotros vamos a una misa revolucionaria, vamos a cantar, vamos a llenarnos del Dios de los pobres, de amor al prójimo. Porque Dios está en todas partes".
Los ejes de propaganda ideados por la primera dama se han venido tiñendo de un color mesiánico, y el lenguaje que impregna esa propaganda es en todo religioso, de modo que la distancia entre el rito católico y la práctica política ha venido borrándose en las orientaciones impartidas a los militantes. Se trata nada menos que de un secuestro del lenguaje y de los valores religiosos para alimentar una campaña política que no mira simplemente hacia las elecciones presidenciales del mes de noviembre, sino mucho más allá: el proyecto político, basado en las sucesivas reelecciones del comandante Ortega, no tiene plazos. Más que una elección, se trata de una consagración.
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Otra hereje mas y van.........? Deciamos de Maradona que se creia Dios y todos estos.....que?
ResponderEliminarEtelvina