"Sigo con gran preocupación los dramáticos y crecientes episodios de violencia en Siria, que han provocado numerosas víctimas y sufrimientos graves" - dijo ayer, 7 de agosto, el Santo Padre Benedicto XVI inmediatamente después de la oración del Ángelus, que recitó en el palacio apostólico de Castel Gandolfo. "Invito a los fieles católicos a orar para que los esfuerzos de reconciliación prevalezca en la división y en el resentimiento. Además, renuevo a la Autoridad y a la población de Siria un llamamiento urgente, para que se restaure lo antes posible la convivencia pacífica y para responder adecuadamente a las legítimas aspiraciones de los ciudadanos, respetando su dignidad y para el beneficio de la estabilidad regional".
"Mi pensamiento se dirige también a Libia - continuó Benedicto XVI - donde la fuerza de las armas no ha resuelto la situación. Insto a las organizaciones internacionales y los que tienen responsabilidades políticas y militares a trabajar con convicción y determinación para reactivar la búsqueda de un plan de paz para el país, mediante la negociación y el diálogo constructivo".
Fuente: Agencia Fides
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