Cerca de medio centenar de laicos interrumpieron el sábado pasado la misa concelebrada, en la que el arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos Ñáñez, puso en funciones a Pedro Torres, el nuevo sacerdote de la parroquia Nuestra Señora del Valle, conocida como La Cripta. El grupo de laicos se oponía al nombramiento del nuevo párroco. Históricamente el párroco de La Cripta fue Guillermo Mariani, un sacerdote enrolado en la Teología de la Liberación y muy crítico de la jerarquía eclesiástica.
Tras el retiro de Mariani, hace tres años, lo sucedió Víctor Acha, otro sacerdote de posturas progresistas e integrante del grupo “Sin Tapujos”. Pero con el retiro de Acha -el sábado ofició su última misa-, el arzobispo Ñáñez nombró a Torres, lo que generó que la grey se dividiera entre los “oficialistas” y “rebeldes”.
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Y estos??? pero que se han creido estos progresss!!! no respetan la Santa Misa, pa esta gente Dios es una excusa pa manifestar su ideología porque realmente son ateos
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