Mons. Urbanc: las personas no conocen a Dios, no conocen a Cristo. Existe un nuevo paganismo y no alcanza con tratar de conservar una comunidad creyente

Con la participación de la casi totalidad de los sacerdotes del clero catamarqueño, se celebró el martes 19 de abril por la noche, la Misa Crismal en la catedral Nuestra Señora del Valle, presidida por el obispo diocesano, monseñor Luis Urbanc, y concelebrada por el obispo emérito, monseñor Elmer Miani.

El obispo bendijo los óleos, que serán usados para administrar los sacramentos y los aceites sagrados luego fueron entregados a los párrocos de las 28 parroquias de la diócesis catamarqueña.

Realizar hoy una verdadera evangelización

En la homilía, profundizó la veta misionera que caracteriza al sacerdocio, teniendo como marco la Misión Diocesana Permanente. Manifestó que “ser y ministerio sacerdotal tiene raíz trinitaria, cristológica y eclesiológica, lo cual ya le da un perfil netamente misionero a nuestro sacerdocio” y agregó que “los sacerdotes tenemos el oficio de anunciar a todos la divina palabra y vivir según ella, pero sobre todo celebrar el Misterio Eucarístico. De este modo, reunimos la familia de Dios como una fraternidad, animada por el espíritu de unidad y la conducimos hasta Dios Padre por medio de Cristo en el Espíritu”.

“Los sacerdotes nos encontramos en relación tanto con quien nos envía, como con aquellos a los que somos enviados, es decir, que es inadmisible la opinión que nos considera como elegidos o delegados de la comunidad o del pueblo sacerdotal. El envío viene de Cristo. Esta centralidad de Cristo trae consigo la valoración correcta del sacerdocio ministerial, sin el cual no existiría la Eucaristía ni, por tanto, la misión y la Iglesia misma. La misión misma debe partir siempre de la Eucaristía e ir hacia el mundo”, explicó.

Asimismo, exhortó a los presbíteros a “reflexionar seriamente” sobre el modo en el que pueden “realizar hoy una verdadera evangelización” y añadió: “Las personas no conocen a Dios, no conocen a Cristo. Existe un nuevo paganismo y no basta que tratemos de conservar a la comunidad creyente, aunque esto es muy importante. Creo que todos juntos debemos tratar de encontrar modos nuevos de llevar el Evangelio al mundo actual, anunciar de nuevo a Cristo y establecer la fe, único camino que abre al ser humano a la trascendencia”.

Consideró asimismo que en la tarea misionera, “los sacerdotes tenemos un rol insustituible e inestimable” y que desde el Bautismo “brota el derecho y el deber de evangelizar a los bautizados, como acto debido en justicia”.

Fuente: AICA