Es el caballito de batalla del Gobierno a la hora de justificar su política contra la pobreza. Cristina Kirchner lo presenta como uno de los planes sociales más revolucionarios de la Argentina. Sin embargo, en el análisis duro de la Asignación Universal por Hijo (AUH), los resultados no parecen ser tan rimbombantes: el plan social más promocionado por el Gobierno aún no es universal en su plenitud porque un 20% de los niños no recibe ningún tipo de seguridad social; la transferencia dista de ser un seguro efectivo contra la pobreza, y no logró resolver factores estructurales de la inseguridad alimentaria. Estas apreciaciones surgen del último informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA) y revela además que la asignación universal constituye una importante fuente de transferencia de ingresos de amplia cobertura, pero "todavía no llega a ser universal ni genera condiciones más equitativas de inclusión social".
El trabajo de la UCA, al que accedió La Nación, se hizo sobre una encuesta en 5706 hogares de todo el país y está contrastado con los datos que maneja el Gobierno de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH). A simple vista, la ayuda de la AUH aparece como muy impactante si se analiza la situación de pobreza e indigencia entre 2007 y 2010. Este megaplan social que creó el Gobierno en diciembre de 2009 llega hoy a unos 3,6 millones de niños de bajos recursos. Se trata de un seguro social que se otorga a trabajadores desocupados u ocupados sin registrar. El subsidio de $ 220 mensuales para cada hijo menor de 18 años se extenderá desde el mes próximo a las personas por nacer con 12 semanas de gestación, tal como anunció ayer la presidenta Cristina Kirchner.
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SIMPLE BLOEF, EN TIEMPO DE ELECCIONES...YA LO HE-
ResponderEliminarMOS VIVIDO MUCHAS VECES, EN OTRAS CAMPANIAS.
TENGAMOS MEMORIA, EN EL MOMENTO DE VOTAR...!
ETELVINA