Reflexión de monseñor Jorge Eduardo Lozano, obispo de Gualeguaychú, para el domingo 17 de octubre de 2010
En casi todas las ciudades y pueblos hay un “monumento a la madre” en alguna de sus plazas. Es una manera de rendir homenaje y expresar gratitud. Es que las mamás de verdad “se merecen un monumento”. Se las representa con el niño pequeños en brazos, o amamantando.
Se reconoce de este modo cómo cuidan el presente y el futuro de ese niño, su hijo, y al hacerlo cuidan también del presente y el futuro de la Patria. Esos brazos son la primera escuela en la que se aprende el amor con asistencia perfecta.
Tus manos son cobijo, ternura y plegaria. Tu vientre lugar de vida y amor. Tu mirada ayuda a crecer confiados y en serenidad. ¡Cuántas poesías nos conmueven manifestando tu belleza!
Todo en vos está dispuesto desde todos los tiempos para esa vocación sublime de la maternidad. Ser mujer, madre, esposa, compañera, amiga despliega aires nuevos en vos y en los demás. Ayudanos a cuidarnos del desprecio a la vida por nacer y a la vida ya nacida.
Te pido que recemos por dos situaciones que me duelen y preocupan de algunas mamás que sufren mucho.
Una, las mamás de Haití que perdieron a sus hijos en el terremoto, o que los ven lastimados y enfermos. Otras, las mamás en nuestra Argentina cuyos niños son pobres y no les alcanza para darles lo necesario para vivir con dignidad. En nuestro país la mitad de los niños son pobres, y eso los hace muy vulnerables a enfermedades y con grandes dificultades en su crecimiento.
En este año del Bicentenario quisiera también pensar en la Patria como una madre. Ojalá todos los que nacen en la Argentina sientan que la Patria es como una mamá que los abraza y quiere a todos por igual. Que a todos los argentinos —sus hijos— los va a cuidar para que tengan los mismos derechos y las mismas oportunidades de crecer.
Para que tengamos un Bicentenario en Justicia y Solidaridad te necesitamos, mamá. Rezo por vos y los tuyos.
Con mi cariño y bendición.
Mons. Eduardo Lozano, obispo de Gualeguaychú
Fuente: AICA
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