El encuentro fundamental de la catequesis es en la Eucaristía

Al presentar en el Seminario Catequístico San Pío X el documento “Lineamientos y Orientaciones para la Renovación de la Catequesis de Iniciación Cristiana”, el obispo de Morón, monseñor Luis Guillermo Eichhorn, señaló la necesidad de urgentes cambios en la Catequesis para que responda a los nuevos tiempos, y aseguró que ésta debe “hacer cristianos”, debe integrar y ser responsabilidad de toda la comunidad, aun de aquellos que sólo participan de la misa dominical.

En su carácter de presidente de la Comisión Episcopal de Catequesis y Pastoral Bíblica, el prelado explicó que el documento contiene lineamientos y orientaciones para una renovación de la Catequesis de Iniciación, la cual, precisó, acompaña al proceso de iniciación en la vida cristiana, a través del Bautismo, la Eucaristía y la Confirmación.

“Debemos mirar con mucho realismo y sinceridad nuestra situación. Son muchos los creyentes que no participan en la Eucaristía dominical, ni reciben con regularidad los sacramentos, ni se insertan activamente en la comunidad eclesial. Este fenómeno nos interpela profundamente a imaginar y organizar nuevas formas de acercamiento a ellos, para ayudarles a valorar el sentido de la vida sacramental, de la participación comunitaria y del compromiso ciudadano. Tres elementos esenciales en la vida cristiana”, subrayó.

 

Monseñor Eichhorn cuestionó la Catequesis que se realiza habitualmente y sus resultados. “Tenemos un alto porcentaje de católicos sin conciencia de su misión de ser sal y fermento en el mundo, con una identidad cristiana débil y vulnerable”, advirtió al recordar que de allí, la firme convicción de los obispos argentinos acerca de la necesidad de una profunda renovación y optimización de la Catequesis de Iniciación Cristiana. El prelado estimó que el gran desafío es ver cómo estamos educando en la fe y cómo estamos alimentando la vivencia cristiana, en esta sociedad y cultura en la que vivimos, más aún teniendo en cuenta la descripción planeada en el Documento de Aparecida, ya que en muchas partes, la Iniciación Cristiana ha sido pobre o fragmentada.

 

“Pobre, porque en sus contenidos, en sus vivencias, en sus experiencias ha sido lamentable, y fragmentada porque la hemos separado en compartimientos estancos. Para la primera comunión, para la confirmación. Se ha trastocado, incluso, el orden de los mismos sacramentos, porque no se entiende para qué están. Una mamá a su hijo le ayuda a crecer integralmente. Le da de comer y le educa al mismo tiempo, no separa por etapas. Un mes le da de comer y el otro le enseña a caminar”, precisó.

 

“O educamos en la fe, poniendo en contacto con Jesucristo e invitando a su seguimiento, o no cumpliremos nuestra misión evangelizadora”, recalcó citando al Documento de Aparecida. Monseñor Eichhorn sostuvo que se impone, entonces, la tarea irrenunciable de ofrecer un modo de trabajar la Iniciación Cristiana, que además de marcar el qué, dé también elementos para el quién, el cómo y el dónde se realiza.

 

“La catequesis nunca es para la Primera Comunión o la Confirmación, es para que se encuentren con Jesucristo, es para la vida cristiana. La Catequesis de Iniciación implica anuncio de la Palabra y celebración litúrgica. ‘Buscando hacer un cristiano’, como decía Tertuliano. Este es el desafío. No es que tomen la comunión, sino que es lograr un cristiano maduro en su fe, que celebre dicha fe en la comunidad, y a partir de esa Eucaristía, viva su compromiso como discípulo misionero. Todo esto durante el tiempo que sea necesario, conveniente. ‘Qué lindo que en varias parroquias de la Diócesis, todos los domingos haya chicos que toman su Primera Comunión’. No lo hacen de manera estructurada, sino cuando están preparados para hacerlo. Y toda la comunidad participa. Se vive la celebración con otra intensidad”, compartió.

 

La muerte de Dios. El rotundo fracaso de la catequesis

El obispo afirmó que estamos ante un gran descreimiento, una crisis de fe muy grande. Ante un mundo en el que se ha cortado el proceso de transmisión de la fe, que normalmente se hace en la familia. Estamos en una cultura secularista que ha quitado a Dios. Dios no cuenta, Dios molesta, los argumentos religiosos son desechados como cosa de la Edad Media. Dios molesta, entonces hay que matarlo.

 

Por otro lado, indicó, al observar a los niños que asisten a catequesis y contar cuántos son los que se integran a la comunidad, nos encontramos con un gran déficit, lo que es un problema de cultura religiosa y falta de sentido de comunidad lamentable. “Estamos asistiendo al rotundo fracaso de nuestra catequesis”, señalaba Benedicto XVI cuando todavía era cardenal.

 

Ser cristiano = Ser Iglesia. La Iglesia es una comunión de discípulos de Jesús, a imagen de la comunión de la Santísima Trinidad. La vida cristiana no puede vivirse sin una comunidad cristiana donde vivir y compartir la fe, como un ámbito de crecimiento y maduración.

 

La catequesis, una tarea de toda la comunidad

Monseñor Eichhorn sostuvo que la acción pastoral depende de nuestra vivencia eclesial. Que debe ser reflejo de una pastoral orgánica, coordinada, articulada en la que todos nos sentimos participantes de la actividad de todos.

Tras insistir en que “la catequesis es una tarea de toda la comunidad. No sólo de la catequista que se reúne una vez por semana. Por eso, otro gran desafío es que toda la comunidad se entusiasme y viva la catequesis”, indicó que una comunidad en la que quienes reciben catequesis, tanto niños y jóvenes, como adultos, no participan, no asisten a misa, es como una escuela de natación en la que se sienta a los alumnos y se les da los conocimientos para nadar, y una vez que saben todo lo teórico, se los deja ir.

 

“¿Qué pasará cuando intenten ingresar al mar? Para enseñar a nadar hay que meterse al agua con el chico. Para iniciar en la fe, hay que meterse en la vida cristiana cuyo centro es la Eucaristía. Allí es donde se hace catequesis, el encuentro fundamental es la misa. La catequesis corre el riesgo de esterilizarse si una comunidad de fe y vida cristiana no acoge en algún momento de su catequesis al catecúmeno”, concluyó.

Fuente: AICA