Por la tarde, el Pontífice visitó la fundación Instituto San José de Madrid, destinada a asistir a personas con discapacidades físicas y psíquicas, donde volvió acriticar la eutanasia y el aborto. Tras reivindicar la dignidad de la vida humana que, según declaró, "se pone en la actualidad demasiado en duda", Ratzinger se dirigió en duros términos a un mundo que acepta cada vez con mayor naturalidad la muerte impuesta a embriones y ancianos.
"Una sociedad que no logra aceptar a los que sufren y no es capaz de contribuir mediante la compasión a que el sufrimiento sea compartido y sobrellevado también interiormente, es una sociedad cruel e inhumana", afirmó. Cerca de las 21, el Papa arribó al aeródromo de Cuatro Vientos, donde en una superficie equivalente a 48 canchas de fútbol lo esperaba una multitudinaria concentración de peregrinos para celebrar la Vigilia, a la espera de la Misa que se oficiará hoy allí. El calor asfixiante hizo necesariala activa intervención de los servicios de salud pública, que atendieron a 808 peregrinos con casos de lipotimia, contusiones y hasta fracturas.
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Que mas se puede agregar a lo dicho por el Sto.
ResponderEliminarPadre...?
Nos hemos transformado en una sociedad inhumana y cruel, mas justas sus palabras no pueden ser.!
Ya no hay piedad ni para ninios, ni ancianos.!
ETELVINA