El minarete lo despierta en la mitad de la noche, de forma que "le ayuda en la oración antes del amanecer, la de los monjes orientales". Un oasis de oración "en medio de la lucha, en una ciudad circundada; una oración constante, turbada por las ametralladoras". Se trata del padre jesuita Paolo Dall'Oglio, el sacerdote católico que se ha instalado en Qusayr, ciudad al sur de Homs, martirizada por la violencia, para realizar una experiencia prolongada de ayuno y oración por la paz.
Según lo revelado en los últimos días por la Agencia Fides, lo está haciendo para mostrar "una señal que va contra corriente", una forma no violenta de vivir y dar testimonio de la fe en Cristo en medio del conflicto. El jesuita se detendrá en Qusayr por lo menos durante ocho días, viviendo los ejercicios espirituales de san Ignacio de Loyola.
"He escogido Qusayr porque, con mi presencia, quiero tratar de sanar la polarización confesional que se verifica en la ciudad. He escuchado la petición de algunas familias cristianas que han visto sus seres queridos secuestrados y quiero hacer todo lo posible, con la oración y el diálogo, para reparar estas divisiones", dice a la Agencia Fides el p. Dall'Oglio. En la ciudad se ha incrementado el conflicto entre musulmanes y cristianos, con una larga serie de secuestros, asesinatos, venganzas. Las bandas armadas de milicianos fuera de control, que parecen pertenecer a la oposición siria, han realizado muchos actos de violencia contra los cristianos. El cristiano André Arbache, padre de familia de 30 años, en enero, fue secuestrado y posteriormente encontrado muerto. Muchos otros cristianos son víctimas de secuestros. Qusayr es una ciudad donde vivía una comunidad greco-católica de entre las más grandes de Siria, unas 10 mil personas, junto con 15 mil musulmanes sunitas. "Casi todos los cristianos - explica el padre Dall'Oglio - han huido de la ciudad, ahora quedan muy pocos".
El jesuita es huésped de una familia católica, ya que la casa parroquial de Qusayr no es un lugar seguro. "Mi oración y mi presencia quieren ser también un signo de esperanza, para que esta primavera Siria pueda florear a su alrededor se está reconstruyendo la red de relaciones rotas por la dinámica de la violencia, que desemboca fácilmente en una espiral de odio y venganza entre los individuos, familias, comunidades de diferentes religiones. Las palabras claves son "reconciliación y perdón, fraternidad en nombre de Dios". Con la esperanza de construir, también con la oración, una Siria más humana, respetuosa de la dignidad y los derechos de todos.
Fuente: Agencia Fides
Mas de una vez, he leido cantidad de Comentarios
ResponderEliminarcuando se trata de errores y caidas de Sacerdo-
tes. Cuando son como en este caso, un Jesuita
lleno de Dios y de su Santo Espiritu, quien esta
dando Testimonio de su Fe, exponiendo para ello
su propia vida...Nadie comenta nada, todos los
lectores permanecen callados. Solo se movilizan
con el afan de criticar ?.
ETELVINA
ETELVINA HACE LA CRITICA DE LA CRITICA JUA JUA JUA !!! LET IT BE LET IT BE JUA JUA JUA !!!
EliminarLo mio, siempre es un Comentario, nada mas. Jamas
ResponderEliminar"critico" a nadie. Tratandose de sacerdotes que
han caido, me inspiran tremenda lastima.!!!
Que los juzgue Dios Nstro. Senior...!!!
ETELVINA
Me parece que más que criticar lo que se ha sucitado es el debate sobre algún sacerdote con opiniones a favor y en contra. Algunos "juzgan" en el tono populachero que se entiende por "juzgar" o sea condenar como una condena social pero no todos hacen eso me parece exagerado el comentario. Lo peor que nos puede pasar es una Iglesia que guarda silencio cuando hay que decir y dice cuando se debe guardar silencio pero es lo que hacemos por cobardía y por ignorancia...... y así estamos. Además la Iglesia es para todos (y todas!!!!!!) como dice una profetisa de dudosa reputación moral. Está bueno lo del curita en Siria porque contrasta con el fanatismo de los islamicos que son unos cerrados obtusos llenos de prejuicios irracionales.
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