"La Argentina tiene que recuperar la amistad social para crecer y proyectarnos como una comunidad madura." La frase que se escuchó al arzobispo de Santa Fe y presidente del Episcopado, monseñor José María Arancedo, resume por dónde transitará la preocupación de la Iglesia en la nueva etapa que se abre en la relación con el Gobierno. En esa agenda de prioridades, la reconciliación ocupa un lugar subrayado, anticipan a LA NACION en el entorno del arzobispo, que entre el 12 y el 14 de este mes presidirá la reunión de la comisión permanente del Episcopado, integrada por unos veinte obispos. "La reconciliación es un acto de madurez política.
Supone la verdad y la justicia, pero requiere gestos y actitudes hacia adelante", es uno de sus primeros mensajes. Frente a la revisión del pasado, Arancedo entiende que hay heridas que la Justicia debe cicatrizar. Pero cree que el país no puede quedarse solamente en ese plano y no abrir la esperanza de una reconciliación. Promueve avanzar hacia un encuentro de amistad social que conduzca a la inclusión. "El desafío es crear las condiciones para que todos se sientan «parte de». Es la gran tarea det odos", declaró el propio arzobispo ayer, al ser consultado por LA NACION.
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Bergolio ya se retiro ? De ser asi con razon que nadie comenta mas nada. Desde ya que la Reconciiacion de la Iglesia con el Estado, es lo mejor que nos puede suceder, ya que nuestra Constitucion es Catolica. Arancedo habla de heridas que hay que cerrar, pero quien las produjo...? Ahora lo llamamos El, como si hubiera sido un dios, por favor...! Tratemos de hacer las cosas bien, sino cosas peores vederes
ResponderEliminarSancho.!
ETELVINA