En el marco del criterio oficial de compensar las importaciones con exportaciones, el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, no sólo detuvo el ingreso de un bien cultural como el libro mientras se “acordaba” con las editoriales la nueva exigencia para comprar en el exterior. También retuvo en la Aduana un bien religioso como la Biblia. Durante varias semanas permanecieron en los contenedores decenas de miles de ejemplares de las Sagradas Escrituras (más de 150 mil, según fuentes católicas y evangélicas) hasta que las editoriales religiosas formalizaron su sometimiento al requisito del enérgico funcionario.
No parece osado afirmar que el condicionamiento de Moreno a las importaciones, aplicado a ejemplares de la Biblia, estaría afectando la libertad religiosa. La Declaración sobre la eliminación de todas las formas de intolerancia y discriminación fundadas en la religión o las convicciones, proclamada por la Asamblea Generalde la ONU, en 1981, dice que el derecho a la libertad de religión incluye la libertad de “confeccionar, adquirir y utilizar en cantidad suficiente los artículos y materiales necesarios para los ritos o costumbres de una religión o convicción”.
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No se si el mundo de Moreno "es maravilloso", pero no nos lo pudimos sacar de encima, porque es el hombre "de confianza" de la morocha Argentina...Ja...! Lo triste es el danio que le ha hecho y hara al pais...! Perdon, si no todos
ResponderEliminarpiensan igual. Digo lo que pienso, para eso estamos en Democracia.!
ETELVINA