La gente tiene preguntas. El Estado no tiene respuestas. Candela Rodríguez apareció muerta. Su destino habla de nuestra impotencia social. La sociedad no escucha lo que quiere oír. Ni ve proceder a la Justicia como quisiera. La corrupción nos devora. "Cuando un pueblo se olvida de cuidar a sus niños y ancianos -recordó el arzobispo de Buenos Aires-, es un pueblo en decadencia." El nuestro, subrayó Jorge Bergoglio, es "un pueblo indefenso". Y enfatizó: "Un pueblo triste". Gente inerme, desbordada por el miedo y la indignación, llora hoy a otra niña muerta. Candela denuncia con su sacrificio atroz la impotencia de un Estado. ¿Qué porvenir puede tener nuestra democracia si no sabe pelear contra su decadencia?
La inseguridad prospera. Prosperan el delito y la criminalidad. No se trata de presumir que se puede eliminar esos males de raíz. Nadie podría hacerlo. Lo que se necesita, lo que se reclama, es que se los combata con eficacia. Que no se les permita prosperar. ¿Es cierto, como quisiéramos todos con el arzobispo de Buenos Aires, que "los seres humanos no se compran ni se venden"? ¿Qué son, entonces, los que sí se compran y sí se venden? Nadie lo ignora. Y no nos resignamos a lo que sabemos. Falta ejemplaridad. Sobra impunidad.
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Desde la epoca de Ma.Soledad Morales, lo que so-
ResponderEliminarbra en nuestro pais es impunidad. Sigo estando en
un todo de acuerdo con el Card., no solo estamos en decadencia, sino que nos carcome la impotencia
ante la indiferencia de las autoridades, ante hechos de tal magnitud, sobre todo como en este caso, cuando son ninios las victimas. En particu-
lar Candela, victima del Poder............! Se
sabra quienes fueron...? o caera como siempre al
gun "perejil"?. Triste, no?
ETELVINA