En la Iglesia hay obispos que creen que la compleja relación con el Gobierno mejorará durante un segundo mandato de Cristina Kirchner. O que habrá un diálogo más fluido. Pero no lo atribuyen a una eventual mejor disposición de la Presidenta, sino al hecho de que el cardenal Jorge Bergoglio–quien se distanció en su momento de Néstor Kirchner por considerar queeste alentaba acciones para desprestigiarlo– deberá dejar en noviembre la presidencia del Episcopado por cumplir dos mandatos seguidos. Y también a la disposición que tendrá quien muy probablemente lo sucederá –el arzobispo de Santa Fe, José María Arancedo– para reconstruir el canal al más alto nivel.
Con todo la principal preocupación de los obispos pasa por el cariz que tomará, y las acciones que encarara, un nuevo gobierno de Cristina. Si profundizará o no el estilo de confrontación que abrazó con fruición su esposo y las consiguientes actitudes de corte autoritario, comenzando por sus embates contra la prensa independiente. O si preferirá la perpetuación de los planes sociales en vez de doblar el empeño en la creación de puestos laborales, por citar sólo dos interrogantes. Al fin de cuentas, los obispos se acostumbraron a una relación fría y distante, cuando no traumática, con el kirchnerismo.
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Tampoco soniemos.! la realidad es la actual, "lo que se hereda no se hurta", en mayor o menor me-
ResponderEliminardida ella tiene mucho del que fue su companiero
por tantos anios.! Dios quiera me equivoque.!
Desgraciadamente he visto pasar otros Card. y de
alguna manera fueron serviles a los Gob.de turno.
Roguemos para que todo esto cambia...!
ETELVINA
ES IMPROBABLE
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