Todos los sábados por la mañana cobra vida en la parroquia San Patricio, de Belgrano, el recuerdo de los curas palotinos asesinados a mansalva el 4 de julio de 1976. En el primer piso de la casa parroquial, en una habitación contigua a la sala donde fuerzas paramilitares acribillaron a los padres Alfredo Kelly, Pedro Duffau y Alfredo Leaden y a los seminaristas Salvador Barbeito y Emilio Barletti, cuatro fieles de la comunidad llevan adelante la misión de recolectar y ordenar los testimonios, escritos y documentos para mostrar que esos hombres ofrendaron su vida por la fe.
Con ahínco y esperanza, llevan adelante el relevamiento los laicos Francisco Chirichella (abogado), Inés Galmarini de Ferrando (docente), Horacio Saraco (contador) y Rolando Savino (músico y orfebre), a partir de la luz verde que hace diez años dio el cardenal Jorge Bergoglio para impulsar la fase diocesana del proceso canónico para que sean declarados mártires. "Ellos dieron la vida y se entregaron hasta las últimas consecuencias. Ninguno de ellos quería morir, pero nos dejaron un mensaje", contó Inés a LA NACION.
Textocompleto:
Han quedado vividos en nuestra memoria, lo que
ResponderEliminarfue ese 4 de julio del 76, cuando nos enteramos
del asesinato de los sacerdotes Palotinos y del
terror que estos actos sembraban en la poblacion.
Es de esperar que la mocion del Cardenal se haga realidad, ellos dieron su vida por su Fe.!!!
ETELVINA