Después de su ausencia en los festejos centrales de los 150 años de la unificación italiana, Cristina Kirchner no quiso perderse la cena de honor en el Palazzo Quirinale, de donde se llevó un encuentro corto pero ameno, según la descripción de la comitiva argentina, con el secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone. Según informó anoche el vocero presidencial, Alfredo Scoccimarro, el representante del Papa saludó a la Presidenta y, en la charla, de unos cinco minutos, le contó sobre el estado de salud de Benedicto XVI, de quien dijo que estaba espléndido.
La delegación oficial se preocupó por dar a conocer este dato, después de que las relaciones con la Santa Sede estuvieran en conflicto durante años. Uno de los casos aún sin resolver es el vicariato castrense, vigente pero sin representante después de la polémica por las declaraciones de Antonio Baseotto cuando se debatía, en 2007, la legalización del aborto. Por el momento, la Casa Rosada mantendrá el actual esquema, dejando correr el tiempo sin nombrar a nadie en ese lugar. En algunos tramos de la visita de la Presidenta, estuvo aquí el embajador ante el Vaticano, Juan Pablo Cafiero, que contó que las relaciones están en un momento de calma.
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Cambiara algo con esto.??? Las cosas que se lle-
ResponderEliminargan a hacer, "por figurar".! Le importara lo que
pueda decirle Bertone del estado de salud del
Santo Padre...? La sensacion que da, es la de
conversaciones donde de pronto se produce un si-
lencio y por educacion, se trata de llenarlo con
algo. Personalmente, pienso que todo seguira
igual, no hay vuelta atras, en las decisiones to-
madas con el autoritarismo de siempre.!
ETELVINA