La música
sacra tiene que llevar a vivir algo trascendente, distinto de la completa
banalidad de los cantos que no se adaptan a la oración y que son simplemente
ruido. Así lo afirma el cardenal Zenón Grocholewski, prefecto de la
Congregación para la Educación Católica y gran canciller del Pontificio
Instituto de Música Sacra, en una entrevista concedida a la agencia ZENIT con
motivo del Congreso Internacional celebrado recientemente en Roma por el
centenario del Instituto.
- ¿Cómo se armoniza la música sacra con las nuevas
tendencias?
El
problema no es fácil, se trata por una parte unir la tradición de la Iglesia, y
por otra, dar posibilidades a las nuevas contribuciones musicales. Por ello Pío
X fundó el Instituto, para estudiar la problemática. Aquí estudian personas de
todo el mundo para formar a la gente y sensibilizarla sobre el papel de la
música sacra.
- ¿Cómo se integra la música sacra en la liturgia?
La música
sacra es parte integrante de la liturgia y por lo tanto tiene que ser una oración
que expresa este momento. No es un accesorio, es algo esencial. En este
congreso en el que hablaron más de cien personas de los más variados ambientes,
dieron una contribución para entender cómo conciliar la tradición con elementos
nuevos que podemos agregar. Hoy observamos una completa banalidad de estos
cantos que no se adaptan a la oración, que son simplemente ruido. La liturgia
necesita también de silencio. Por otra parte, el canto es oración coherente con
lo que sucede con la eucaristía. En realidad en el pasado grandes músicos
realizaron composiciones estupendas referentes a la misa, como Giovanni de
Palestrina. Todos hicieron muchas cosas estupendas aptas para la oración.
- ¿Hoy sería quizás necesario volver a tener un poco
más de música sacra en las iglesias?.
Sí,
habría que reforzar la comprensión de la música sacra. Hay nuevas
composiciones, muchas veces las he oído en las iglesias, completamente nuevas
pero muy bellas. Por ejemplo el año pasado estuve en Marsella, donde había
celebrado para unos juristas en una iglesia que había estado destinada a la
demolición porque no había fieles. Llegó un nuevo sacerdote y ahora, los
domingos está repleta. Entre otras cosas por su canto y oración. Son sus
composiciones. Este sacerdote antes de entrar en el seminario cantaba en los
cabaret de París, después se convirtió y se ordenó sacerdote. Y tengo que decir
que me he quedado fascinado de cómo sus composiciones expresan la oración. Esto
es oración y esa iglesia se llena. A la salida le pregunté a la gente y muchos
me decían que venían desde lejos “porque aquí se reza, el sacerdote predica y
le entendemos, y hay una hermosa música”.
- Usted habló de sacralidad. ¿Qué es la sacralidad?
La
sacralidad se expresa en la medida en que se manifiesta la oración, en cuanto
es nostalgia por algo, en la medida que expresa transcendencia. Pienso que es
muy importante. .Hoy por ejemplo algunas músicas modernas que escuchamos,
digamos en televisión, no tienen nada de trascendental, son pura diversión
sobre la tierra, no hay nostalgia de nada. Claro, no es fácil de definir, no es
una cosa física, material, si bien hay una sensibilidad en la Iglesia que sabe
reconocer cuando una cosa es sacra o no lo es.
- En alguna oportunidad un prelado decía que la
música en la liturgia nos lleva a vivir lo que será el Paraíso. ¿Qué nos da la
música sacra?
Muchas
cosas bellas sobre la música sacra escribió el cardenal Ratzinger antes de ser
Papa. Ahora salió publicada una opera omnia de Ratzinger y en Italia salió un
volumen justamente sobre la liturgia, con unas doscientas páginas sobre la
música sacra. Tengo que confesar que son cosas muy bonitas. Con razón,
Benedicto XVI subraya que la música sacra tiene que llevarnos a otro mundo,
llevarnos a una nostalgia de lo trascendente. No es solamente ruido, que nos
saca fuera de la realidad. El Papa dice que cuando se pierde este horizonte
trascendente de la vida humana, todo se reduce a lo terreno, mismo la música y
la profundidad del pensamiento. La música tiene que abrir espacio a lo trascendental.
- Hay un cierto consenso en la Iglesia que el órgano
es el instrumento más sacral, sin excluir los otros.
Pienso
que sí, que cuando uno entra en una iglesia el órgano crea una atmósfera, da
una cierta plenitud. En muchas iglesias modernas incluso importantes se busca
conservar el órgano.
- A los párrocos, especialmente más jóvenes, ¿le
daría algún consejo?
Pienso
que hay que sensibilizar a la gente con la música sacra, la que es oración.
Claramente en cada parroquia no es posible crear un buen coro, pero es
necesario sensibilizar a la gente sobre lo que es la sacralidad del canto que
se interpreta en la iglesia.
Fuente:
AICA
Volver a las fuentes...! Coincido con todo lo que
ResponderEliminarse dice aqui, mas si el Rap, Reggeton, etc., sir-
ven para que la juventud se acerque a Dios, bien-
venido sea, aun cuando me parecen una falta de
respeto, aunque las letras sean buenas, se hace
imposible entrar en un clima de Adoracion al Senior, con esos ritmos. la Musica Sacra nos pone
en sintonia con la Trinidad.!
ETELVINA