La repetición de casos de adolescentes, jóvenes y adultos que pusieron fin a sus vidas el último fin de semana, generó una profunda preocupación en la provincia. La decena de suicidios provocó la reacción de la Iglesia, desde donde se llamó a la sociedad a valorar la vida, aduciendo que “el suicidio es una ofensa a Dios como Señor de la vida y al prójimo”. Así se expresó el obispo auxiliar de la Diócesis de Santiago del Estero, Mons. Ariel Torrado Mosconi. ‘Debemos recordar que el suicidio es contrario a la ley moral, es una ofensa a Dios como Señor de la vida y a los hermanos, ya que nuestra vida es un don también para la familia y la sociedad, y por tanto al quitarse la vida se falta contra Dios y el prójimo’, manifestó el prelado en nombre de la Iglesia.
Asimismo sostuvo que ‘el suicidio contradice una inclinación innata que tenemos de cuidar y conservar la vida. Los adultos debemos inculcar a los niños y a los jóvenes el apego a la vida. Deberíamos preguntarnos por qué muchos jóvenes han perdido ese instinto natural de amor por la vida. A veces, la soledad, la angustia, el vacío existencial, las adicciones, los instintos pasionales oscurecen ese apego natural a la vida’. De esta manera, Torrado Mosconi hizo referencia a los jóvenes que deciden poner fin a sus vidas. Y siguió: ‘Ciertas autoagresiones físicas, y ciertos descuidos que ponen en peligro la vida, que vemos en los jóvenes de hoy son un verdadero llamado de atención hacia los adultos que nos deben interpelar y hacernos reaccionar”.
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Muchos jovenes hoy, no tienen futuro, ni esperan-
ResponderEliminarzas como poco o ningun conocimento de Dios, esa es para mi la razon de tantos suicidios.!
Etelvina