En el primer pronunciamiento de un organismo de la Iglesia sobre la reforma judicial impulsada por el Gobierno, la Comisión de Justicia y Paz advirtió que las presiones sobre los jueces "son inadmisibles". Ante el proyecto oficial para democratizar la Justicia, cuyo debate "va camino de formar bandos enfrentados e inconciliables", la entidad, que depende del Episcopado y está integrada por laicos, aprobó el lunes último una declaración, que fue enviada a funcionarios y representantes del sector judicial (entre ellos, el ministro de Justicia, Julio Alak, y los ministros de la Corte).
Intervinieron en su elaboración los veinte miembros de Justicia y Paz y el obispo Jorge Lozano, asesor del organismo y presidente de la Comisión de Pastoral Social. "La Argentina no ha elegido para sí misma cualquier forma de democracia: ha elegido la república. En ella son esenciales el equilibrio de los poderes, la eficacia de los controles sobre los gobernantes y la limitación de su acción", señala el crítico pronunciamiento.
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Lamentablemente queremos vivir en la Republica,
ResponderEliminarpero no nos escucha.!!!
Etelvina