El Santo Padre asistió el miércoles por la tarde, en la Sala Clementina del Palacio Apostólico, a la proyección de “María de Nazareth”, una coproducción de Rai Fiction, Lux Vide, BetaFilm, Tellux, Bayerischer Rundfunk y Telecinco Cinema, dirigida por Giacomo Campiotti. Al final de la proyección, el Papa pronunció unas breves palabras sobre la película, que se centra en tres figuras femeninas-Herodías, María Magdalena y María de Nazareth- cuyas vidas se entrecruzan, pero que eligen caminos diversos.
“Herodías-dijo Benedicto XVI- se cierra en sí misma y en su mundo; no consigue levantar la mirada para leer los signos de Dios y no se libra del mal. La de María Magdalena es una vivencia más complicada: la fascina una vida fácil, basada en las cosas, y se sirve de diversos medios para lograr sus objetivos; hasta el momento dramático en que se ve juzgada y se da cuenta de cómo es su vida. El encuentro con Jesús le abre el corazón y cambia su existencia. Pero el centro es María de Nazareth, que posee la riqueza de una vida que ha sido un “Aquí estoy” para Dios: es una madre que quisiera tener siempre a su Hijo al lado, pero sabe que su hijo es Dios; su fe y su amor son tan grandes que acepta que se vaya y cumpla su misión; su vida es un constante “Aquí estoy”, dicho a Dios, desde la Anunciación hasta la Cruz”.
“Tres experiencias -concluyó el Papa-, un paradigma de cómo se puede construir la vida: sobre el egoísmo, el encerrarse en sí mismos y las cosas materiales, dejándose guiar por el mal; o sobre la presencia de Dios que vino y permanece entre nosotros, que nos espera con bondad si nos equivocamos y nos pide que lo sigamos, que nos fiemos de Él. María de Nazareth es la mujer del completo “Aquí estoy” para la voluntad divina y, en ese 'Sí' repetido ante el dolor de la pérdida de su Hijo, encuentra la bienaventuranza plena y profunda”.
Fuente: VIS - Vatican Information Service
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