No es fácil la posición de la Iglesia. Con el cambio de las autoridades del Episcopado, en noviembre, los obispos decidieron reconstruir los puentes de diálogo con el Gobierno y, en particular, con la Presidenta tras la casi nula relación que había con el anterior jefe de la Conferencia Episcopal, el cardenal Bergoglio, enfrentado con Kirchner. La llegada de monseñor Arancedo a la cúspide eclesiástica "oxigenó" el vínculo al máximo nivel. Cristina lo recibió al día siguiente de que este fuese entronizado por los obispos.
Y Arancedo fue inicialmente muy cuidadoso cada vez que se refirió al gobierno. Pero la realidad empezó pronto a afectar la pretendida placidez de la relación. Primero fue la asunción con vigor del Gobierno del reclamo por Malvinas, que llevó a Arancedo a pedir que no se use políticamente el tema. Después, un anteproyecto de reforma al Código Civil impulsado por la Casa Rosada con aspectos indigeribles para la Iglesia como el alquiler de vientres y la manipulación de embriones. Se sumó la investigación a Boudou por presunto tráfico de influencias. Todo ello, en un contexto social de alta inflación que castiga sobre todo a los pobres. Por eso, el titular de la Pastoral Social no pudo ayer, ante las consultas de la prensa, mirar para otro lado. ¿Se tensará otra vez la relación?
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Mi opinion es, que todo fue "pour le galerie"
ResponderEliminarSeguiran haciendo lo que les venga en ganas...!
Etelvina