"La historia reciente de Nigeria ha estado marcada por las crisis prolongadas durante años que han roto muchas vidas y por culpa de las cuales se ha perdido un tiempo valioso que podría haberse utilizarse para lograr un verdadero desarrollo en nuestra tierra". Lo afirman los obispos de Nigeria en el documento final de su primera Asamblea Plenaria del año que acaba de terminar en la capital federal, Abuja, el 2 de marzo.
En el documento, enviado a la Agencia Fides, se señala que el 2012 ha comenzado con la crisis de la abolición "inoportuna" de las subvenciones para los combustibles, lo que ha provocado "8 días de protestas que han paralizado la economía, con la pérdida de vidas preciosas y billones de nairas".
En lo que atañe al terrorismo de la secta Boko Haram, los Obispos dicen: "el 2011 ha confirmado nuestros peores temores de que nuestro país, que ya tiene que luchar contra la pobreza, la corrupción y el colapso de la infraestructuras, se enfrenta ahora al problema del terrorismo y del fenómeno resultante de los desplazados internos". Entre los atentados más graves se encuentra el que afectó a los fieles (así como los transeúntes, incluidos musulmanes) que se preparaban para celebrar la víspera de Navidad en la iglesia de Santa Teresa en Madalla. Extendiendo a todas las víctimas de todas las religiones, sus condolencias, los Obispos recuerdan al Estado su responsabilidad de defender a los ciudadanos. En el comunicado se reconocen los esfuerzos realizados recientemente para detener a los miembros de Boko Haram, así como la condena de los atentados por parte de los líderes musulmanes.
"No podemos dejar de reconocer que la crisis provocada por Boko Haram ha provocado que muchos nigerianos dieran lo mejor de sí mismos. Nos felicitamos por el gesto ejemplar de civismo con el que los musulmanes han protegido a los cristianos mientras rezaban, y los cristianos han protegido a los musulmanes durante sus oraciones", subraya el comunicado.
La Conferencia Episcopal Nigeriana también ha lanzado un llamamiento al diálogo y a la reconciliación nacional, y especialmente a la política, para que escuche las peticiones de los ciudadanos.
Para formar ciudadanos conscientes de sus derechos y deberes, capaces de aportar su contribución al desarrollo del país, se destaca la necesidad de garantizar un sistema educativo eficiente. Los Obispos subrayan la contribución de la Iglesia Católica en la educación: "A pesar del contexto desfavorable, la Iglesia Católica siempre ha realizado grandes inversiones en el campo de la educación, a nivel primario, secundario y terciario. La Iglesia no tiene intención de utilizar sus escuelas para obligar a nadie a convertirse al catolicismo. Sólo está ofreciendo su propia contribución a la construcción de una nación justa y humana".
Fuente: Agencia Fides
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