En Pakistán los fanáticos del libro tienen el poder (y son monos con ametralladoras, con perdón de los monos)

"Un año después de la muerte del gobernador Salman Taseer, asesinado el 4 de enero de 2011, no ha cambiado nada. Los defensores de los derechos humanos tienen miedo y están silencio. La ley sobre la blasfemia es intocable ", dice a Fides el Dominicano, P. James Channan OP, Director del "Centro Dominicano de la Paz", en Lahore. "Nada ha cambiado - explica - porque los extremistas son muy fuertes. El gobierno no es capaz de detenerlos. Es gente que se toma la justicia por su cuenta. En esta etapa no podemos hacer nada. Los fanáticos tienen el poder, la política y el poder judicial está de su lado".

P. Channan dice a Fides: "El asesinato de Salman Taseer ha sido una vergüenza para Pakistán. Fue un defensor de los derechos humanos y la igualdad de todos los ciudadanos, sin discriminación alguna. Quería impedir las falsas acusaciones de blasfemia de los cristianos y los musulmanes. Unos días antes de su asesinato, lo conocí en una conferencia donde, ante una audiencia de 400 personas  entre cristianos y musulmanes, dijo que la ley sobre la blasfemia no debía ser objeto de abusos y podría suprimirse. Contó a su visita a Asia Bibi en la cárcel, confirmando que se trataba de una mujer humilde, analfabeta e inocente. La muerte de Taseer fue una gran pérdida para todos aquellos que luchan en Pakistán por la justicia, la igualdad y los derechos humanos. En la actualidad, su asesino se celebra como un héroe, mientras que la sociedad civil está cubierta por el miedo."

Fuente: Agencia Fides