Benedicto XVI habló sobre la vocación

Benedicto XVI dedicó la reflexión que habitualmente precede al rezo del Ángelus al tema de la vocación, presente en las dos lecturas de la liturgia de este domingo. La primera lectura describe la respuesta del profeta Samuel a la llamada de Dios gracias al consejo del sacerdote del templo, Elí; la segunda habla de la importancia de san Juan Bautista que indica a los primeros discípulos que Jesús es el Mesías.  

   Benedicto XVI subrayó en este contexto “el papel decisivo del guía espiritual en el camino de la fe y, en particular, en la respuesta a la vocación de consagración especial al servicio de Dios y de su pueblo. La fe cristiana, de por sí, presupone el anuncio y el testimonio (...) También la llamada a seguir a Jesús más de cerca, renunciando a formar una familia propia para dedicarse a la gran familia de la Iglesia, pasa normalmente a través del testimonio y la propuesta de un ‘hermano mayor’, casi siempre, un sacerdote. Todo ello sin olvidar el papel fundamental de los padres que (...) enseñan a sus hijos que es posible y hermoso construir toda la vida sobre el amor de Dios”.

El Papa concluyó encomendando a la Virgen María a “todos los educadores, especialmente a los sacerdotes y los padres, para que sean plenamente conscientes de la importancia de su papel espiritual, a la hora de favorecer en los jóvenes, además del crecimiento humano, la respuesta a la llamada de Dios”.

Después del Ángelus el Santo Padre habló de la Jornada Mundial del Emigrante y el Refugiado que se celebra hoy. “Millones de personas –dijo-están involucradas en el fenómeno de las migraciones, pero no son números. Son hombres y mujeres, niños, jóvenes y ancianos que buscan un lugar donde vivir en paz. En mi mensaje para esta jornada, llamé la atención sobre el tema ‘Migraciones y nueva evangelización’, subrayando que los emigrantes no son solamente destinatarios sino también protagonistas del anuncio del Evangelio en el mundo contemporáneo”.

Por último, se refirió a la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos que se celebra del 18 al 25 de enero e invitó a todos “tanto en ámbito personal como comunitario, a unirse espiritualmente y, cuando sea posible, también prácticamente, para invocar de Dios el don de la unidad plena entre los discípulos de Cristo”.

Fuente: VIS - Vatican Information Service