También una iglesia católica fue destruida en una serie de atentados que se produjeron en Damataru, en el noreste de Nigeria. Lo confirma a la Agencia Fides su excelencia monseñor Oliver Dashe Doeme, Obispo de Maiduguri, capital del vecino estado de Borno. "Damataru, a pesar de ser la capital del estado de Yobe, es parte de mi diócesis. En el asalto de ayer, también una Iglesia parroquial católica fue quemada y destruida ", afirma monseñor Doeme.
El 4 de noviembre, en Damataru, una serie de ataques coordinados con explosivos tenía como mira la jefatura de policía, estaciones de policía y seis iglesias en el barrio cristiano de Jerusalén. Las víctimas, de acuerdo con las estimaciones provisionales, fueron 60, y varios heridos. Anteriormente, varios intentos sorprendieron Maiduguri y otras zonas aledañas. En Maiduguri, en particular, hubo tres atentados suicidas contra los cuarteles del ejército (a su vez acusados de delitos graves contra la población civil). Los ataques se atribuyen a la secta islamista Boko Haram, que según varias fuentes han formado una alianza con Al Qaeda en el Magreb Islámico.
Sobre las raíces de esta violencia que desde hace meses altera el noreste de Nigeria, y amenazan al resto del país (Boko Haram ha llevado a cabo dos ataques terroristas en Abuja, la capital federal, contra el comando de la policía y la ONU en Nigeria ), el Obispo de Maiduguri, dice: "Las causas de esta violencia son múltiples. Son sociales, económicos, políticos y religiosos. En particular, hay algunas personas de gran alcance en nuestra sociedad que están perdiendo su importancia y utilizan la religión para incitar a las mentes de los jóvenes sin educación para sembrar la violencia ".
"Hay un fuerte nivel de adoctrinamiento basado en la creencia de que si uno muere luchando por la causa van al cielo", denuncia monseñor Doeme. "Por lo tanto, estos malos maestros dicen, 'matar sin problemas que irán al cielo". De hecho, estos jóvenes son explotados por políticos codiciosos que están perdiendo relevancia, y que quieren permanecer en el poder para mejorar sus finanzas".
Monseñor Doem no excluye que también hay influencias extranjeras que alimentan la violencia, pero insiste en que "la corrupción es la raíz de todo el mal social, político y económico del país".
Fuente: Agencia Fides
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