"La Iglesia Católica seguirá haciendo su parte y buscará de nuevo la colaboración con otras comunidades cristianas para desempeñar un papel activo en la solución de la tragedia humanitaria que se está desarrollando en el Cuerno de África", dijo el 7 de octubre el cardenal Robert Sarah, Presidente del Pontificio Consejo "Cor Unum", durante la rueda de prensa tras una reunión sobre la crisis alimentaria en el Cuerno de África. El encuentro, organizado por "Cor Unum", contó con la participación de varias organizaciones caritativas católicas comprometidas en ayudar a la gente de la zona, así como un representante del arzobispo de Canterbury.
El cardenal Sarah recordó que el drama de la región del Cuerno de África es una cuestión "muy sentida por el Santo Padre. Habló como uno de los primeros en el ámbito internacional el 17 de julio". El Papa Benedicto XVI, a través de "Cor Unum", ha destinado 400.000 dólares para la primera intervención. En total los fondos recaudados por la Iglesia Católica son más de 60 millones de euros.
Michel Roy, Secretario General de Caritas Internationalis, señaló que los esfuerzos de organizaciones católicas de caridad se integran, desde la Cáritas parroquial a las diferentes Cáritas nacionales. Entre ellos, dijo Roy, están las Caritas de los Estados pequeños, como Santo Tomé y Príncipe, como la de Paraguay, que por primera vez en su historia ha organizado una colecta nacional.
Se estima que son 13 millones las personas que necesitan asistencia humanitaria: 4 millones en Somalia, 4,6 millones en Etiopía, 3,75 millones en Kenia y 147.000 en Yibuti.
La situación más difícil es la del centro-sur de Somalia, debido a la situación política del país que - como ha señalado su excelencia monseñor Giorgio Bertin, obispo de Yibuti y Administrador Apostólico de Mogadiscio - está exenta de la administración del Estado desde hace 20 años. Monseñor Bertin, dijo, sin embargo, que la ayuda, aunque con dificultades, consigue llegar a la zona. "Preferimos enviar dinero, porque la ayuda alimentaria atrae la atención de las bandas armadas. A pesar de todo, hay un mercado en Somalia y existe la posibilidad de comprar lo indispensable para ayudar a las personas necesitadas", dijo monseñor Bertin.
Desde la rueda de prensa se expresó la preocupación de la Iglesia a ir más allá de la fase de emergencia (que todavía deben ser afrontada con decisión), para crear a largo plazo las condiciones que eviten la repetición de tragedias similares, que pueden afectar al futuro de la región . "Toda una generación es probable que se pierda", subrayó el cardenal Sarah, que hizo un llamamiento a la construcción de escuelas: "una escuela en cada pueblo. Lo digo como africano: Unámonos en un esfuerzo para ayudar a la región del Cuerno de África para proporcionar educación, formación y cultura a los propios hijos".
Fuente: Agencia Fides
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