Frente a la irrupción de nuevos modos de vida y paradigmas culturales, la Iglesia no renuncia a dar respuestas "desde el más puro Evangelio". Pero sin perder de vista, en sintonía con las palabras de Juan Pablo II, que el nuevo milenio impone la necesidad de una nueva "imaginación de la caridad", explica el padre Rubén Revello, director del Instituto de Bioética de la Universidad Católica Argentina (UCA), al descifrar la forma en que deben enfrentarse los nuevos desafíos. En un contexto marcado por la diversidad de proyectos que hoy invaden el escenario legislativo, "la Iglesia tiene que dar su palabra y usar el lenguaje del amor, que es el lenguaje que todo hombre entiende", reflexiona el sacerdote, convencido de que el diálogo con la sociedad debe encararse en un marco de respeto y claridad.
Revello apunta que hoy, en una sociedad líquida, como describe Zygmunt Bauman, predominan concepciones superficiales, inestables, como la figura del matrimonio convínculos muy débiles. Coincide, como concluyeron los obispos en la conferencia latinoamericana de Aparecida, en que la Iglesia tiene que animarse a renovar estructuras y hacer atractiva su propuesta, con una fuerte identidad, fidelidad al Evangelio y adhesión al Magisterio y vocación de diálogo, tarea en la que los laicos tienen un papel decisivo. El propio cardenal Jorge Bergoglio reclamó el viernes en la plaza Constitución "menos declaraciones y más acciones conjuntas en defensa de los valores de la familia, el matrimonio y la vida".
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