El gobierno argentino espera que el sucesor de Bergoglio sea más "moderado"

Para ella hay reelección. Para él, no. “Usted y yo nos vamos a fin del año que viene”, había dicho Cristina Fernández de Kirchner a Monseñor Jorge Bergoglio, cuando después de mucho confrontar se reunieron el 17 de marzo del año pasado. La muerte de Néstor Kirchner provocó un cambio de planes y la Presidenta va por un segundo mandato. Una de las figuras de la oposición, monseñor Jorge Bergoglio, se retira a fin de año. Para el Arzobispo de Buenos Aires no hay posibilidad de renovar el mandato como presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA). Y en el Gobierno ya prevén que su reemplazo podría cambiar la relación de confrontación que caracterizó al gobierno de los Kirchner con la Iglesia Católica.

Eso sí, dicen que la Presidenta, si es reelecta, mantendrá el Tedéum rotativo y no volverá a la tradición de hacerlo en la Catedral Metropolitana.“Con o sin Bergoglio será así”, aseguran. Sobretodo se preparan para el debate más polémico que los enfrentará. No por gusto de Cristina, claro, que en privado ha manifestado su desacuerdo con el aborto no punible. Pero coinciden que sería inevitable para el próximo Congreso expedirse sobre la cuestión. Y Bergoglio no estará para dar la batalla. O sí, pero desde otro lugar. El cardenal tiene que jubilarse en diciembre, cuando cumpla 75 años. Sin embargo corre un rumor que atribuye al papa Benedicto XVI la firma de una extensión del mandato de Bergoglio al frente del Arzobispado porteño por dos años más.

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