"Juan estaba vestido con una piel de camello y un cinturón de cuero, y se alimentaba con langostas y miel silvestre. Y predicaba, diciendo:" (Mc 3,6)

4 de junio de 2011

El enfoque basado en la respuesta del lector - Seminario Bíblico por FM Parroquial 105.1



Seminario Bíblico 2011 por FM Parroquial 105.1
Subsidio 12 – “El enfoque basado en la respuesta del lector”
 

I Introducción - Presentación
 
Luego de indagar en la pregunta sobre una “exégesis sin presupuestos” nos referiremos a lo que se llama “enfoque basado en la respuesta del lector” que centra la atención en el lector y su proceso de lectura como parte del sentido del texto. Se trata de un acercamiento que tiene como principio básico la renuncia a considerar un texto como un simple objeto o como una “cosa en sí”.
 
Cuando vamos a una librería o a la biblioteca, un libro es un objeto que yace inmóvil y mudo hasta que lo sacamos de la pura materialidad en que se encuentra. Sólo hay un medio de darle vida y ese medio es la lectura del mismo. Así, nos abrimos al sentido del texto a medida que leemos y por eso es importante tomar en consideración al lector en la determinación del sentido.
 
Es interesante notar que el sentido de un texto no es comparable al contenido de una nuez, que espera ser extraída de su cáscara. Es importante destacar la operación funcional de la experiencia del lector individual en el momento en que practica la lectura, el cual vive esta experiencia, que es subjetiva, en un flujo temporal dinámico y concreto. En síntesis, en este estadio el sentido es un evento vivencial, empírico, más que un contenido. 
 
II Crítica a este enfoque
 
Pero es necesario advertir que los promotores de este enfoque en su forma más radicalizada insisten en afirmar la indeterminación de un texto, es decir, que la objetividad no es más que una ilusión y que el significado lo produce el lector, iniciando un subjetivismo, un relativismo. La pregunta sobre el texto ya no es su significado sino ¿qué hace? ¿qué produce? ¿qué me pasa con el texto? Algo que es muy propio de nuestro tiempo, alguien ve un espectáculo y dice: “a mí me pasó que…” o “a mí me movilizó de esta manera…” obviando toda objetividad o especialización sobre el tema. Lo mismo ocurre con los textos.
 
La debilidad de esta posición está en que confunde el “sentido” con la “percepción del sentido” y pretende ignorar que la obra literaria también puede vivir en el lector. Si a esto le sumamos la tendencia actual de confundir al bien con el placer y al mal con el dolor, pervirtiendo sus significados, tendremos serias dificultades para hacer una interpretación bíblica seria.
 
Pero es importante destacar, que tomada como un estadio en el cual se controla la subjetividad, al saber que sin duda, como lectores tenemos un enfoque subjetivo, puede dar fruto en cuanto a descubrir el sentido de un texto poniendo la propia subjetividad bajo control, es decir, como una operación funcional con vistas a la hermenéutica y no como un proceso cerrado y concluido.
 
III Conclusión
 
Es necesario considerar el llamado “círculo hermenéutico” en el cual el intérprete de la Biblia no sólo está delante del texto sino también del autor sagrado que fue inspirado por el Espíritu Santo, de tal manera que no alcanza con una lectura puramente subjetiva por más rica que ésta sea sino que es necesario indagar en la situación vital del hagiógrafo y el género literario, el “efecto”, que ha buscado conseguir al transmitir el mensaje. De esta manera puedo realizar un estudio del texto bíblico para saber qué dice minimizando la propia subjetividad. Luego, es importante personalizarlo, es decir qué me dice, para ser interpelado por la Palabra de Dios. Más tarde, buscar qué les dice a quienes será dirigida la interpretación bíblica (catecúmenos, grupo pastoral, tiempo actual, medios de comunicación, etc.) absteniéndose de ser auto referencial, no confundir lo “testimonial” con lo “auto referencial” que siempre se torna largo y desdibuja la interpretación bíblica. Así llegamos a un qué nos dice que respeta lo individual y lo comunitario.
 
Como mal ejemplo muy extremo a no imitar jamás están las interpretaciones bíblicas en las cuales el expositor se identifica con todos los personajes benignos de la Sagrada Escritura, se auto posiciona en una situación de “héroe” y relaciona todos los pasajes de la Biblia con su lucha personal y egoísta en la cual todos los personajes bíblicos malignos actúan en su contra. Este tipo de interpretaciones nunca fueron asistidas por el Espíritu Santo, sino que son una muestra de interpretaciones basadas exclusivamente en el “enfoque del lector”. Es el caso de los poco serios y “espectaculares” predicadores de las sectas pseudo cristianas.
 
Como vemos el “enfoque basado en la respuesta del lector” es malo si se lo considera un método de interpretación bíblica pero es bueno como operación funcional en cuanto a conocernos más a nosotros mismos, nuestras debilidades y fortalezas, para dejar que la Palabra de Dios, verdaderamente, no ilusoriamente, viva en nosotros así como nosotros vivimos en la Palabra de Dios.
 
Pero tengan presente, ante todo, que nadie puede interpretar por cuenta propia una profecía de la Escritura. Porque ninguna profecía ha sido anunciada por voluntad humana, sino que los hombres han hablado de parte de Dios, impulsados por el Espíritu Santo. (II Pedro 1, 20-21)
 
¡Gloria a Dios, que es Padre, Hijo y Espíritu Santo!
 
Preparado por Mauricio Shara en base a la siguiente bibliografía:
Texto bíblico de la traducción argentina “El Libro del Pueblo de Dios”
Armando J. Levoratti, “Cómo interpretar la Biblia”, Comentario Bíblico Internacional católico y ecuménico para el siglo XXI, Navarra, Verbo Divino, 2005, 27-28

2 comentarios:

  1. Anónimo4.6.11

    Muy bueno!!!

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  2. Anónimo4.6.11

    Felicitaciones Mauricio, por esta explicacion tan
    clarificadora de lo que es el llamado "circulo
    hermeneutido". La manera de diferenciarnos de a-
    quellos que leen la Palabra de Dios y la inter-
    pretan como mejor les viene en ganas. De ahi los
    errores y horrores garrafales que predican.!
    Leamos la Biblia (todos los Libros) y a las luces
    del Esp.Santo.!
    Buenisima la ilustracion.
    ETELVINA

    ResponderEliminar

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