El
arzobispo de La Plata y presidente de la Comisión Episcopal de Educación
Católica, monseñor Héctor Aguer, calificó de “inaceptable” una revista sobre
educación sexual integral que distribuye en forma masiva el Ministerio de
Educación de la Nación, al advertir que de este modo la cartera educativa “se
entromete en los hogares argentinos con una propuesta carente de sentido
moral”.
“Es de
esperar que rebote en el sentido común de la mayoría de los padres de familia,
todavía no estragado por los ideólogos. Es una pena que se haya desperdiciado
una magnífica oportunidad de hacer las cosas bien”, aseveró en su reflexión
semanal por televisión.
El
prelado criticó que en la publicación no haya ninguna consideración moral, que
hable de “diversos tipos de familia”, como “funesta” consecuencia pedagógica de
la ley del año pasado que “alteró la esencia del matrimonio”, que fomente la
masturbación como “algo absolutamente normal” y las tempranas experiencias
sexuales de los jóvenes.
Tras
señalar que se percibe en la revista “una obsesión por el preservativo”, indicó
que “no hay referencia explícita a la finalidad misma de la sexualidad,
vinculada como valor auténticamente humano con el amor, con el matrimonio y la
familia”, y marcó errores científicos “muy serios”, como decir que la “píldora
del día después” no afecta para nada el embrión.
Penosa revista sobre educación sexual
“El 28 de
abril pasado, el Ministerio de Educación de la Nación presentó una revista
destinada a las familias argentinas para ayudarlas a transmitir a sus hijos
nociones sobre su vida sexual. La revista se llama “Educación Sexual
Integral. Para charlar en familia. Se hicieron seis millones de ejemplares
con la ayuda del Fondo de las Naciones Unidas para la Población, que deberán
llegar a los padres a través de sus hijos, ya que están siendo enviados a los
colegios”.
“El
Ministro de Educación, en el prólogo, presenta este proyecto por referencia al
concepto de educación sexual integral, que no se reduce a hablar de las
relaciones sexuales, sino que incluye la afirmación y respeto de valores
específicamente humanos. Lamentablemente eso es lo que no aparece luego en el
interior de esta publicación. Y lo digo con pena, porque es una buena ocasión
desperdiciada”.
“En
primer lugar la revista se demora en la descripción de los órganos sexuales y
de su funcionamiento. Llama la atención desde el comienzo la falta de toda
consideración moral, como si ese ámbito de la conducta humana no debiera
regirse por la conciencia recta y el empeño de la voluntad en el bien. Si se
habla de responsabilidad, ésta no se refiere a parámetros objetivos de orden
moral”.
“Se dice
en la página 13 que hay diversos tipos de familia y que no hay uno mejor que
otro; todos son buenos. Habla el texto de familias con dos papás, con dos
mamás, con un papá y una mamá, con un papá solo, con una mamá sola. En este
punto se desliza una confusión, porque no es lo mismo que falte uno de los
progenitores porque ha ocurrido una separación o se da un caso de viudez que
las formas antinaturales de unión que hoy día quieren ser presentadas como
verdaderas familias. Se advierte en este tema la funesta consecuencia
pedagógica de la ley que el año pasado alteró la esencia del matrimonio”.
“En la
publicación se presenta la masturbación como algo absolutamente normal y
prácticamente necesario en el desarrollo de la pubertad. Se lo compara con los
tocamientos que hacen los bebés de su cuerpo para explorarlo; así también los
adolescentes buscan sensaciones placenteras. Aquí no se ofrece tampoco ninguna
consideración moral”.
“En
cuanto a las relaciones sexuales de los adolescentes, la revista señala que
ellos tienen el derecho a decidir cuándo iniciarse en tales experiencias. No se
insinúa la necesidad de presentar una orientación; sólo se constata que algunos
muchachos y chicas deciden tener relaciones, otros deciden esperar al
matrimonio, como si fuera exactamente lo mismo. El contexto permite observar
que la insistencia en un “cuidarse” ajeno a toda valoración moral equivale a
una velada promoción de relaciones sexuales prematuras”.
“Se
registra en la publicación una obsesión por el preservativo. Se habla de todos
los métodos anticonceptivos, pero sobre todo el preservativo es considerado
como el único eficaz para prevenir el embarazo y las enfermedades de
transmisión sexual, incluso el sida. Se emplean varias páginas para insistir en
la necesidad de su uso, con precisas instrucciones. Contradiciendo datos
científicos fehacientes se oculta que el preservativo no es absolutamente
eficaz, sobre todo para impedir el contagio del virus que provoca el sida”.
“Por otra
parte, no hay ninguna referencia explícita a la finalidad misma de la
sexualidad, vinculada como valor auténticamente humano con el amor, con el
matrimonio, con la familia. Se admite el hecho de las parejas adolescentes como
algo normal. No se habla de virtudes, de continencia, de castidad”.
“Hay
otros errores científicos muy serios. Se dice, en la página 25, que la pastilla
de anticoncepción hormonal de emergencia –la píldora del día después- no afecta
para nada al embrión, sino sólo retrasa la ovulación y espesa el moco del
cuello del útero para impedir que el espermatozoide se encuentre con el óvulo y
evitar así el embarazo. Se sostiene errónea o engañosamente que ese recurso no
afecta en nada al embrión, es decir que el embarazo puede continuar su
desarrollo normal. ¡Esto no es así! Todo el mundo sabe que las sustancias
químicas contenidas en esta píldora impiden la anidación del embrión si la
fecundación se ha producido, provocando de este modo un aborto ultra temprano.
“Otro
capítulo: se presenta la sexualidad como un abanico de opciones. En esta noción
asoma la perspectiva de género y el constructivismo que impregna los diseños
curriculares de varias materias escolares. Según esta doctrina “oficial” hay
diversas maneras de vivir la sexualidad y todas son igualmente buenas; no
cabría hacer aquí ninguna calificación moral negativa. Se pretende –es claro-
hacer pasar el comportamiento homosexual como una conducta de idéntico valor
que la heterosexualidad”.
“Esta
publicación es inaceptable. El Ministerio de Educación de la Nación se
entromete en los hogares argentinos con una propuesta carente de sentido moral.
Es de esperar que rebote en el sentido común de la mayoría de los padres de
familia, todavía no estragado por los ideólogos. Es una pena que se haya
desperdiciado una magnífica oportunidad de hacer las cosas bien”.
Fuente:
AICA
Este es un tema, que como docente, entiendo que
ResponderEliminarno se debe dar en esc.ni colegios, ya que no hay
gente preparada para dicho fin, mas hoy que no
hay ni etica, ni moral para orientar a la niniez.
Desgraciadamente muchos padres tampoco estan en
condiciones de hablar con su hijos de ello.
La Rev. es triste y penosa, opino igual que Monsenior. El tema es...Cual es la salida...?
ETELVINA
QUE SE PUEDE ESPERAR DE UN GOBIERNO ENCABEZADO POR UNA SEÑORA QUE TIENE DOS ULCERAS EN EL TABIQUE NASAL. ESTA TODO DICHO. ¡VIVA LA FRULA! ¡QUE GOBIERNO TENEMOS!
ResponderEliminar