"Juan estaba vestido con una piel de camello y un cinturón de cuero, y se alimentaba con langostas y miel silvestre. Y predicaba, diciendo:" (Mc 3,6)

5 de marzo de 2010

La Lectio Divina - Apunte 7 del Seminario Bíblico de verano por FM Parroquial 105.1


Introducción:

El Concilio Vaticano II nos exhorta a que como cristianos de hoy, tal como ha sucedido en la historia y tradición de la Iglesia, nos alimentemos espiritualmente de la Eucaristía y de la Palabra de Dios.

Lectio Divina en latín quiere decir Lectura Divina y trasciende en la Lectura Orante de la Sagrada Escritura. Los antecedentes más antiguos de esta práctica datan del siglo XII d.C. por ejemplo la “Scala Claustralium” descrita por el monje cartujo Guigo II, pero en esto me permito encontrar en la misma Biblia un antecedente lejano de la Lectio Divina, dice Hechos 17,10-12: “Esa misma noche, los hermanos hicieron partir a Pablo y a Silas hacia Berea. En cuanto llegaron, se dirigieron a la sinagoga de los judíos. Como estos eran mejores que los de Tesalónica, acogieron la Palabra con sumo interés, y examinaban todos los días las Escrituras para verificar la exactitud de lo que oían. Muchos de ellos abrazaron la fe, lo mismo que algunos paganos, entre los cuales había mujeres de la aristocracia y un buen número de hombres.” Berea era una población importante, nudo de comunicaciones entre las ciudades de Macedonia, la comunidad recibe con entusiasmo el mensaje de los misioneros enviados por el Espíritu Santo (cf. Hch 16,9-10) pero no se conforman con esto sino que examinan las Escrituras diariamente para discernir la interpretación de Pablo y Silas. Es decir, que los de Berea querían examinar, no científicamente (esto no podía ser en esa época) sino en el talante espiritual del Antiguo Testamento para encontrar allí a Aquel a quien predicaba san Pablo. No podemos afirmar que esto fuera una “Lectio Divina” porque sería un error pero sí podemos encontrar un buen antecedente bíblico de la búsqueda del Dios Vivo en las Escrituras en un encuentro bíblico.

¿Qué no es “Lectio Divina”?

No es una reunión de predicadores que se dirigen a un auditorio
No es una experiencia de auto-ayuda
No es para el lucimiento personal
No es para contestarle o convencer a alguien que está supuestamente equivocado

La Lectio Divina es una experiencia personal y comunitaria para ir en búsqueda del Dios Vivo en la Sagrada Escritura, es orar con la Biblia, celebrar el encuentro con Jesucristo.

El desarrollo de la Lectio Divina y sus partes principales:

Lectura. Es el momento de la escucha de la Palabra de Dios. “Escucha, Israel: el Señor, nuestro Dios, es el único Señor.” (Deuteronomio 6,4); “Yo me pregunto: ¿Acaso no la han oído? Sí, por supuesto: Por toda la tierra se extiende su Voz y sus Palabras llegan hasta los confines del mundo.” (Ro 10,18).

Meditación. Es el momento de “rumiar” la Palabra de Dios. “Que el libro de esta Ley nunca se aparte de ti: medítalo día y noche, para obrar fielmente en todo conforme a lo que está escrito en él. Así harás prosperar tus empresas y tendrás éxito.” (Josué 1,8); “Al verlo, contaron lo que habían oído decir sobre este niño, y todos los que los escuchaban quedaron admirados de que decían los pastores. Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón.” (Lc 2,17-19).

Oración. Es el momento de hablar con Dios, de persona a Persona. “Entonces, cuando ustedes me invoquen y vengan a suplicarme, yo los escucharé; cuando me busquen, me encontrarán, porque me buscarán de todo corazón” (Jeremías 29,12-13). “Después, subió a la montaña para orar a solas. Y al atardecer, todavía estaba allí, solo.” (Mt 14,23).

Contemplación. Es el momento de buscar el Rostro de Dios para el encuentro gratuito con Él, aquí se funden el conocimiento y el misterio, lo intelectual y lo espiritual. “Mi corazón sabe que dijiste: «Busquen mi rostro». Yo busco tu rostro, Señor” (Salmo 27,8); “Mi deseo es que se sientan animados y que, unidos estrechamente en el amor, adquieran la plenitud de la inteligencia en toda su riqueza. Así conocerán el misterio de Dios, que es Cristo, en quien están ocultos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.” (Colosenses 2,2-3).

Acción. Llevar lo aprendido a la vida cotidiana, con equilibrio para volver a encontrarme con el Dios Vivo en Su Palabra Viva (cf. Santiago 2,19-25).

Mauricio Shara

Bibliografía: Se agregan a la lista “Orar con la Palabra de Dios” del Pbro. Lic. Gabriel Mestre y “Lectio Divina y espiritualidad bíblica” de Roberto Mercier.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Diálogo significa que hay más de una razón para exponer, una conversación entre dos o más personas que manifiestan sus ideas y afectos, también puede ser una discusión. El diálogo nos enriquece, por lo tanto: ¡bienvenida y bienvenido a dejar tu comentario en miel y langostas!

(Por favor, no publicidades ni SPAM)

Visita el Blog desarrollo biblico

Blog desarrollo bíblico


Llamá al (011) 4956-2399 y comunicate con nosotros

"Cómo interpretar la Biblia"

Auspiciado por el Departamento de Pastoral Bíblica Junta Catequística Arquidiocesana de Buenos Aires.