Lo primero que debemos considerar al abordar la cuestión de los estilos o géneros literarios de la Sagrada Escritura es que la Biblia no es un “libro homogéneo”. El Corán, por ejemplo, es un “libro homogéneo”, con un solo autor, y así lo leen los islámicos. La Biblia, en cambio, fue escrita por muchos hombres e inspirada por el Espíritu Santo a través de los siglos, por lo tanto, su lectura, interpretación y comunicación es muy diferente al ejemplo citado. Asimismo, la Biblia es tanto un libro como también una Biblioteca.
Dos errores comunes:
1) creer que los autores sagrados fueron meros “taquígrafos” del Espíritu Santo, esto nos lleva a “homogeneizar” el conocimiento bíblico.
2) creer que la Escritura fue solo cuestión de hombres, esto nos lleva a “relativizar” el conocimiento bíblico.
El Espíritu Santo se valió de los hagiógrafos como instrumentos vivos y concientes, respetando la libertad, personalidad de cada uno y su creatividad literaria. Por tanto, no debemos realizar una lectura “literal” de todo el texto sagrado, sino averiguar la intención del hagiógrafo o hagiógrafos de un determinado libro. Esta investigación la realizan los especialistas en “crítica literaria” de la Biblia y sus trabajos aparecen aprobados por la Iglesia y aportados en las diferentes Biblias y Manuales de estudio (Comentario Bíblico Internacional, Biblia de Jerusalén, Biblia Latinoamérica Formadores, etc.). Estos géneros literarios pueden ser: “novelas”, “poesías”, “epopeyas”, “sagas”, etc. Por ejemplo, la frase: “Dios Todopoderoso”
a) Si está en el género sapiencial invita al lector a contemplar a Dios como tal Omnipotente.
b) Si está en una exhortación moral lo que busca es descubrir el poder de Dios para convertirnos y cambiar de hábitos malos a buenos.
c) En un contexto apocalíptico trata de consolar y confiar en la victoria escatológica del Señor.
d) En un salmo de adoración invita a la oración y adoración de Dios Todopoderoso
e) En una canción de acción de gracias nos prepara para agradecer a Dios por todos los dones recibidos por su poder y benevolencia.
f) En un contexto de oración nos invita a orar con fe en el Dios Todopoderoso
Así, hemos visto a grandes rasgos como los géneros literarios son imprescindibles a la hora de saber que es lo que Dios nos dice en Su Palabra. Algunos ejemplos de géneros literarios:
Epopeya: Es una narración exagerada de la historia en la que un personaje actúa para liberar a su pueblo. Por ejemplo: Las siete plagas de Egipto, el cruce del mar de los juncos, etc.
Saga: Es parecida a la epopeya pero el hagiógrafo o hagiógrafos pone en la historia de un personaje lo que le sucedió a todo un pueblo, ese personaje es el “padre” de todos. La historia de Abraham es una saga. El pueblo estuvo exiliado en Babilonia, Abraham sale de Babilonia. El pueblo estuvo en Egipto, Abraham pasa por Egipto, etc. O la saga de cap. 49 de Génesis en que al patriarca se le atribuyen las profecías sobre las tribus de Israel.
Etiología: Es una narración que explica el origen de una costumbre, un nombre o de algo que llama la atención. Por ejemplo: Gn 9, 25-27 Canaán fue un enemigo posterior de Israel. En el momento en que se escribió Israel ya tenía enemigos, pero de Cam también descendían los egipcios, los etíopes y las tribus del sur de Arabia con quienes los israelitas tendrían relaciones diversas, pero su gran enemigo fue Canaán a partir del ingreso en la Tierra Prometida, recién a partir del siglo XII a.C. y no hacia el 5000 a.C. fecha investigada de las grandes inundaciones en Oriente Medio. Sabiendo que el relato sobre Noé es básicamente mitológico (otro género literario).
Midrash: El autor o autores recogen narraciones pasadas, escritas u orales y las reconstruyen de acuerdo a las necesidades del momento. Por ejemplo: Números 11,5-8 dice que el maná tenía un sabor común (torta de aceite) y Sabiduría 16, 20-21 dice que tenía un sabor incomparable.
Hay muchos más géneros literarios pero esta pequeña muestra no deja de ser contundente a la hora de señalar la importancia de los mismos en el entendimiento, interpretación y comunicación de la Palabra de Dios.
Mauricio Shara
Bibliografía: “Comentario Bíblico Internacional” (Verbo Divino 2005), “Cómo interpretar y cómo comunicar la Palabra de Dios (Víctor Manuel Fernández, San Pablo 2008), Biblia de Estudio “Latinoamérica” para Formadores (Verbo Divino y San Pablo, texto revisado en 2004), Subsidio “Encuentros de Iniciación Bíblica” censor P. Armando Levoratti (Fundación Palabra de Vida 2007), “El Pentateuco” (José Luis Sicre, San Benito 2004)
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