Hasta el miércoles 13 de marzo era uno de los destinos diplomáticos más olvidados. Esa tarde, un rayo convirtió a Jorge Bergoglio en Papa y a la Embajada argentina en el Vaticano, en una de las más importantes para el país y uno de los destinos más apetecibles para diplomáticos y políticos por igual. En horas, estallaron las internas, las versiones cruzadas y las denuncias de operaciones. Pero Cristina Kirchner no precipitará cambios. Juan Pablo Cafiero continuará por ahora como embajador ante la Santa Sede, confirmaron a Clarín altas fuentes del Gobierno. Eso sí, se espera que esta misma semana Héctor Timerman seleccione al menos dos diplomáticos para reforzar la dotación de una sede diplomática que funcionaba hasta ahora con mínimo personal, a tono con la escasa relevancia que el kirchnerismo le adjudicaba a la relación con Benedicto XVI.
Días después de que la elección de Francisco, el diario El Cronista publicó la versión de que Cafiero se habría encargado de confeccionar un dossier con las denuncias de Horacio Verbistky por la actuación de Jorge Bergoglio durante la dictadura y de hacerlo circular entre los cardenales que asistieron al cónclave para evitar su elección. Ante tamaña operación fallida, la suerte de Cafiero estaría echada, adelantaba esa misma especie.
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Juan Pablo Cafiero es una cosa y H. Verbitsky es
ResponderEliminarotra. Evitemos hacer comparaciones. De todas ma-
neras el Vaticano se ha transformado en uno de los destinos mas interesantes para la Diplomacia
Argentina.
Tiemblan los K y la Campora.!!!
Etelvina