"Juan estaba vestido con una piel de camello y un cinturón de cuero, y se alimentaba con langostas y miel silvestre. Y predicaba, diciendo:" (Mc 3,6)

24 de diciembre de 2011

La Palabra viva en la Navidad - Lucas 2,1-20



Especial de Navidad 2011 por FM Parroquial 105.1 en el programa “Palabra viva” - Evangelio según san Lucas 2,1-20
 

Introducción
 
1 En aquella época apareció un decreto del emperador Augusto, ordenando que se realizara un censo en todo el mundo. 2 Este primer censo tuvo lugar cuando Quirino gobernaba la Siria. 3 Y cada uno iba a inscribirse a su ciudad de origen. 4 José, que pertenecía a la familia de David, salió de Nazaret, ciudad de Galilea, y se dirigió a Belén de Judea, la ciudad de David, 5 para inscribirse con María, su esposa, que estaba embarazada. 6 Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre; 7 y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el albergue. 8 En esa región acampaban unos pastores, que vigilaban por turno sus rebaños durante la noche. 9 De pronto, se les apareció el Ángel del Señor y la gloria del Señor los envolvió con su luz. Ellos sintieron un gran temor, 10 pero el Ángel les dijo: «No teman, porque les traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: 11 Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor. 12 Y esto les servirá de señal: encontrarán a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre». 13 Y junto con el Ángel, apareció de pronto una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: 14 ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra, paz a los hombres amados por él». 15 Después que los ángeles volvieron al cielo, los pastores se decían unos a otros: «Vayamos a Belén, y veamos lo que ha sucedido y que el Señor nos ha anunciado». 16 Fueron rápidamente y encontraron a María, a José, y al recién nacido acostado en el pesebre. 17 Al verlo, contaron lo que habían oído decir sobre este niño, 18 y todos los que los escuchaban quedaron admirados de que decían los pastores. 19 Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón. 20 Y los pastores volvieron, alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído, conforme al anuncio que habían recibido. (Lucas 2, 1-20)
 
Esta perícopa bíblica será proclamada en la Natividad del Señor en la Misa de Noche (2,1-14) y en la Misa de Aurora (2, 15-20) y forma parte del Evangelio de la infancia de Lucas.
 
El Evangelio de la infancia compuesto por Lucas, bajo la inspiración del Espíritu Santo, es un paralelismo entre Jesús y Juan Bautista, un recurso literario llamado “syncrisis” o “narración en paralelos” que utilizó p.e. Plutarco en “Vidas paralelas” en el siglo I. Aristóteles enseña en la “Retórica”: “Hay que situarlo en paralelo con los hombres ilustres, pues la amplificación produce un hermoso efecto si la persona alabada tiene ventaja sobre gentes de valor”.
 
Podemos distinguir nueve partes en la estructura de este pasaje:
1) situación política que hace factible el nacimiento de Jesús en Belén vv.1-3  
2) José y María dan cumplimiento al censo de Augusto vv.4-5
3) situación particular del nacimiento de Jesús vv. 6-7
4) aparición del ángel a los pastores y reacción de temor vv. 8-9
5) anuncio del ángel vv. 10-12 
6) himno angélico de alabanza a Dios vv. 13-14
7) visita de los pastores al Niño vv.15-18
8) nota sobre María v. 19
9) regreso de los pastores alabando y glorificando a Dios v.20
 
Breve comentario:
Vv. 1-5. Con respecto al censo de Augusto “en todo el mundo” (oikoumenen, el imperio romano), ha planteado dificultades históricas en cuanto a su cumplimiento en el tiempo de Quirino o Cirenio ya que éste fue gobernador de Siria entre el 6 y el 12 d.C. Lo más probable es que Lucas se refiera a un censo que tuvo lugar entre el 6 y 7 a.C., que recibe el nombre de “primero” (proté) porque fue seguido por otros censos. La cita de Belén como ciudad de David alude a la descendencia davídica de Jesús, que según Lucas el Mesías recibe jurídicamente de José (2,4) su padre adoptivo. Por eso, el censo hace que cada uno tenga que ir a su lugar de origen. Cumpliendo con ese trámite le llega a María el momento de dar a luz. 
 
Vv. 6-7. La expresión “hijo primogénito” (prototokos) de María se refiere al hijo que continuará el linaje y recibirá la “doble porción” de la herencia (cf. Gn 27 y Dt 21,17 en LXX) y no quiere decir que María tuviera más hijos. Luego, María envolvió al bebé en largas tiras de lienzo, se creía popularmente que así los niños crecerían fuertes y altos. Cabe acotar, que debido a las condiciones sanitarias y la alimentación de la época la mayoría del pueblo de Israel (los pobres) era de baja estatura y vivían hasta poco más de los treinta años de edad. Luego, el v. 7 dice que María acostó a Jesús en un pesebre, seguramente, la habitación interior de alguna cueva, el lugar donde se refugiaba a los animales domésticos. Esto no hace referencia a cuestiones climáticas o de estación (el texto lucano no lo menciona) sino a que “no había lugar para ellos” en el mesón o habitáculo exterior a una caverna.
 
Vv. 8-9. Los pastores se relacionan en la tradición bíblica como una forma de actuar de Dios con su pueblo. Luego, la aparición del “ángel” no se trata de una teofanía del Espíritu o presencia de Dios en el texto (p.e. como en Gn 16,7) sino que está en paralelo con el relato de la infancia del Bautista,  por lo tanto, se trata de “Gabriel” (cf. Lc 1, 11.19), además es mencionado en la Anunciación a María (Lc 1,26). Esto es coherente respecto a la teología del autor sagrado en su Evangelio de la infancia.
La gloria del Señor brilló en derredor de ellos y los pastores experimentan un gran temor pero el ángel los consuela invitándolos a no temer y a gozarse por la Buena Nueva, el Evangelio que les anuncia. Es decir, que el mensajero evangeliza a los pastores.
 
Vv. 10-11. Después, en el v. 11 se atribuyen tres títulos a Jesús: el Soter (Salvador), el Jristós (Cristo) y el Kyrios (Señor). Estos tres títulos son la razón del gozo para todo el pueblo. El Salvador, es un título que la Septuaginta siempre relaciona sólo con Dios, y el Señor, es un título que la Septuaginta da a YHWH. Entonces, así se evangeliza, no avergonzándonos sino gozándonos que Jesús ¡el Cristo es Señor y Salvador!
 
Vv. 12. La instrucción del ángel es precisa: Y esto les servirá de señal: encontrarán a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre.
 
Vv. 13-14. El ejército celestial alaba a Dios: “Gloria a Dios en las alturas” es un concepto helénico, así como la paz (shalom) a los hombres es un concepto hebreo que no es sólo paz sino una abundancia de bienes espirituales y materiales ¡ambas cosas! Es preciosa la cultura judeo-helénica de Lucas (porque probablemente era un “temeroso de Dios” o pagano que creía en el Dios de Israel antes de su encuentro con Jesucristo por la fe). Los amados por Dios (anthrôpois eudokias) no lo son por sus merecimientos sino por la disposición de Dios de amar a los seres humanos.
 
Vv.15-20. Los pastores se animan para ir a ver la palabra (rhema) acontecida que el Señor les dio a conocer. Eso dice el texto griego en el v. 15: Después que los ángeles volvieron al cielo, los pastores se decían unos a otros: «Vayamos a Belén, y veamos lo que ha sucedido (rhema) y que el Señor nos ha anunciado».
En el v. 17 los pastores ahora son ellos los que cuentan la palabra (rhematos) recibida: Al verlo, contaron lo que habían oído (rhematos) decir sobre este niño. Al verlo, la señal del v.12 los pastores se transforman en evangelizadores.
Y María meditaba, ponderaba todo esto en su corazón (mente), es así como se guarda la palabra que se hace acontecimiento  ¡Jesucristo es la Palabra viva! Seamos imitadores de María que guarda en su corazón las palabras (rhemata): Mientras tanto, María conservaba estas cosas (estas palabras, rhemata) y las meditaba en su corazón.
Los pastores regresan glorificando y alabando a Dios. No se puede permanecer indiferente ante las intervenciones salvíficas de Dios.
 
Encontrémonos con Cristo en esta Navidad, en el pesebre, para pasar de evangelizados a evangelizadores. ¡Jesús es el Cristo, el Señor y el Salvador y también la Palabra viva que es anunciada en el pesebre!
 
Mauricio Shara
 
Bibliografía:
Texto bíblico de la versión “El libro del Pueblo de Dios”
Texto griego del Nuevo Testamento “Nestlé-Aland”      
César Mora Paz y Armando Levoratti, “Evangelio según san Lucas” en Comentario Bíblico Latinoamericano, Navarra, Verbo Divino, 1994, 481-484
Samuel Oyin Abogunrin, “Lucas” en Comentario Bíblico Internacional, Navarra, Verbo Divino, 2005, 1249-1250

3 comentarios:

  1. Anónimo24.12.11

    Felicitaciones Mauricio, una vez mas, esta reflexion lo dice todo...asi como su ilustracion.

    Cantemos Glorias y Aleluyas nos ha nacido El Sal-
    vador...el Emanuel, el Dios con nosotros...Encendamos velas, toquemos campanas,
    gritemos al mundo que Cristo esta en nuestras mesas, en nuestro corazon...!
    ETELVINA

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  2. Anónimo24.12.11

    FELIZ NAVIDAD!!!

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  3. SANTA NAVIDAD PARA TODOS LOS MIEMBROS DEL BLOG

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