Dos grandes líneas conviven hoy en la Conferencia Episcopal, que poco tienen que ver con la esquemática clasificación entre sectores conservadores y progresistas de otros tiempos. Una de ellas, identificada con el estilo y la prédica de Bergoglio, pone el acento en que la Iglesia debe caminar y hacer escuchar su voz en medio de los graves problemas que el país arrastra en el campo político y social, conservando la equidistancia del poder.
Con perfiles muy distintos, corporizanese modo pastoral Virginio Bressanelli (obispo coadjutor de Neuquén), Agustín Radrizzani (arzobispo de Mercedes-Luján) y Jorge Lozano (obispo de Gualeguaychú), entre otros pastores. En esa línea se inscribe también Jorge Casaretto, quien dejará la Comisión de Pastoral Social y en diciembre presentará su renuncia como obispo de San Isidro, al cumplir 75 años. En esa diócesis ya tiene reemplazante: Oscar Ojea, nombrado obispo coadjutor, muy cercanoal cardenal Bergoglio. La otra corriente, expresada en los arzobispos Héctor Aguer (La Plata) y José Luis Mollaghan (Rosario), presenta posiciones más ortodoxas e interpreta que la prioridad es la relación directa de los obispos con Roma, relativizando el peso de los órganos colegiados, a los que sólo le asignan funciones de coordinación.
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Resulta doloroso leer ests Art. que la CEA, ten-
ResponderEliminarga diferentes maneras de pensar, unos sectores progresistas de otros tiempos. Aunque tenga mis detractores que leen este blog...estoy totalmen-
te de acuerdo con el pensamiento de Bergoglio, que se juega para hacer escuchar su voz, ante los grandes problemas sociales y politicos que arrastra el pais. En cambio la otra corriente liderada por Aguer (que tiene cosas muy buenas por cierto) le interesa mas la relacion directa
de los Obispos con Roma, como si relativisara lo
que ocurre en el pais. Al fin y al cabo, no dejan de ser seres humanos y cada uno piensa como le parece...! Los que tenemos que estar seguros de nuestras creencias somos nosotros.!
ETELVINA