“Unite a nosotros.” Ese es el lema de la marca de ropa Kosiuko, que oculta una realidad ligada a durísimas denuncias y pruebas de sometimiento a esclavitud laboral. Por años, la coartada fue ese llamado a la unión entre el consumidor de shopping y la marca fashion. Las marquesinas que muestran el símbolo oriental, una letra japonesa, eran la clave para que el dueño de Kosiuko, Federico Bonomi, y su entonces socia y esposa, Cynthia Kern, alcanzaran una millonaria facturación.
El prestigio por la marca exitosa y las abultadas cuentasen el banco se quebró cuando un cura, un rabino, una organización social, la Defensoría del Pueblo de la Ciudad y un ex funcionario porteño se comprometieron con los costureros que se animaron a revelar el oscuro sistema de trabajo utilizado para confeccionar la producción de los famosos jeans de tiro bajo.
Texto completo:
Si fuera solo Kosiuko...hay muchas marcas y grandes modistos de renombre, que utilizan el mismo metodo, para despues vender sus modelos a
ResponderEliminarprecios imposibles de adquirir, solo que sean
"Gatos" o gente de muy buen pasar economico, que
se pueden contar con los dedos...! Hace rato que
esto se comenta, pero nadie hace nada para reme-
diar la situacion de esa pobre gente a quien se
las explota al maximo.!
ETELVINA
perdon estoy en Chile..... que son "Gatos"???
ResponderEliminarAqui se les llaman "Gatos" a las "Chicas" livianas, pero que acceden para prostituirse a
ResponderEliminarhombres de fortuna que les pueden solventar esa ropa, autos de marca, etc. Entendiste ahora...?
En una palabra prostitutas de alto vuelo, la mayoria las regentea Tinelli.!
ETELVINA