¿Nos alcanza sólo con religiosidad popular? ¿o con tener entretenido al pueblo cristiano? ¿o sólo con predicadores "tribuneros"? Leamos Oseas 4,6

Con frecuencia, las confesiones religiosas, en general, y la Iglesia católica, en particular, expresan su inquietud por lo que consideran una escasa instrucción religiosa de sus fieles. Un relevamiento que se acaba de conocer no sólo confirmó esa impresión, sino que estableció –por lo menos en los Estados Unidos, donde fue hecho– que los ateos y los agnósticos saben más de las religiones que las personas religiosas. Además de que determinó que los católicos tienen la condición de ser los que menos conocen acerca de sus creencias.

Según un estudio del Instituto de Investigaciones del Pew Forum, que abarcó a 3.412 adultos, los estadounidenses, en promedio, contestaron bien la mitad de las preguntas que se le hicieron (16 de 32). Los que dicen que Dios no existe o no saben si existe fueron los mejor calificados: lograron un promedio de 20,9 respuestas acertadas. Los siguen los judíos y los mormones, que obtuvieron, respectivamente, 20,5 y 20,3 respuestas correctas. Los católicos quedaron a la cola, con 14,7 preguntas bien respondidas.

En el detalle, más de cuatro católicos de cada diez (45 %) desconocen que, según los preceptos de la Iglesia, el pan y el vino no sólo representan el cuerpo y la sangre de Cristo en la eucaristía, sino que se convierten en ello en la consagración. Pero los protestantes también mostraron importantes desconocimientos. Así, más de la mitad (53 %) no supo reconocer como gran referente del protestantismo nacional a Martin Luther King. Pero los mormones y los evangélicos blancos son los que más conocen la Biblia.

Menos de un estadounidense de cada dos (47 %) sabe que el Dalai Lama es budista. Y menos de cuatro de cada diez (38 %) asocia a Vishnu y Shiva con la religión hindú. Además, sólo un cuarto (27 %) conoce que la mayoría de los habitantes de indonesia son musulmanes. Todo esto a pesar de que EE. UU. es el país desarrollado más religioso y con conocimiento bíblico.

Fuente: Clarín