Comentario:
Hechos 15,1-2:
Lo primero que nos muestra este pasaje es que los vínculos entre Antioquia de Siria y Jerusalén estaban vivos, si hay vínculos vivos entre diferentes comunidades hay tensiones.
En lugar de “profetas” (Hch 11,27-30) ahora de Jerusalén vienen “maestros” (didaskos) que enseñan que sin la circuncisión (ahora presentada como costumbre, “ethos”, rito y no como Ley) no hay salvación.
Se produjo una agitación y fuerte discusión de estos maestros con Pablo y Bernabé. Así, se decide que este conflicto sea llevado a Jerusalén para ser tratado con los Apóstoles y los presbíteros.
Hechos 15, 3-21:
Esta parte no está en el Leccionario pero tomaremos algunos aspectos importantes para entender la última parte de la perícopa litúrgica.
Entre los cristianos había una buena parte de fariseos que se habían integrado al grupo de los cristianos, aceptado por un gran referente del judaísmo: Gamaliel (Hch 5,34-39). La cuestión planteada, “asunto” en la versión Pueblo de Dios es una interpretación adaptada de la Ley Mosaica a la comunidad cristiana según la visión de los fariseos cristianos. Esto en el judaísmo es lo que ellos llaman una “halajá”.
Hay dos discursos: el de Pedro y Santiago.
El discurso de Pedro contiene una presentación personal (v.7); una exposición de la experiencia de fe de los paganos con el Espíritu Santo (vv.8-9); un argumento de conveniencia pastoral por el desuso de la Ley Mosaica (v.10); y una conclusión dogmática (v.11).
El discurso de Santiago contiene una exposición de la centralidad de Jerusalén en la universalidad de la fe apoyada en una cita de Amós 9,11-12 (vv.13-18); una conclusión pastoral que deja afuera la cuestión de la circuncisión pero pide la aplicación de la moral sexual israelita y tres cuestiones concernientes a las comidas (vv.19-20); y una contestación a Pedro en relación al desuso de la Ley de Moisés (v.21).
Hechos 15, 22-29
¿Cuál es la invitación que nos hace la Liturgia de la Palabra en este pasaje? La comunidad de Jerusalén constituida: los Apóstoles, presbíteros y la Iglesia entera es una imagen muy fuerte y positiva de lo que significa el Cuerpo, la Iglesia no es un conjunto de aventureros y caudillos en que cada uno propone su propia doctrina y acción pastoral, sino que es el Cuerpo de Cristo, el cual tiene una jerarquía eclesial, un orden, un magisterio.
Hay un Depósito de la Revelación: la Sagrada Escritura y la Sagrada Tradición. Luego el Magisterio y la Analogía de la Fe nos permiten comprender esa revelación. Después, la teología, la reflexión, la catequesis, la contemplación, la mística nos invitan a compartir las interminables riquezas del tesoro de Dios. En esa dirección también deben trabajar las autoridades eclesiales intermedias, las comunidades de base, etc.
Resulta interesante como la comisión que acompañará a Pablo y Bernabé, es decir, Judas y Silas debían transcribir la carta para ser leída de viva voz en Antioquia, Siria y Cilicia, esto nos aporta el dato de la formación, que es imprescindible en el servicio amoroso y eficaz de la Iglesia.
Otro dato importante es el mandato de la Iglesia, esto es “los Apóstoles y presbíteros”, otra vez encontramos el sentido positivo (legal), es que la “universalidad”, lo “universal”, “católico” quiere decir: “uno en relación a muchos”, es decir, que tenemos una misma fe, la diversidad está en las formas de expresar esa misma fe y no en inventar nuevas doctrinas eso sería adjudicar a la palabra “católico” un sentido de “vale todo” y eso es mentira.
Por otro lado, la cuestión carismática se hace también presente: “el Espíritu Santo y nosotros mismos hemos decidido”, sin la ayuda del Espíritu Santo todos nuestros esfuerzos serían meramente humanos.
Por último, las 4 disposiciones guardan relación con una línea rabínica que tomaba al pacto de Dios con Noé como criterio de aplicación en el caso de los “temerosos de Dios”, o sea, los paganos que se adherían al Dios de Israel, esta era una costumbre de los fariseos, que en aquellos tiempos eran proselitistas.
1) no comer carne inmolada a los ídolos se relaciona con no adorar falsos dioses (Gn 9,6); 2) abstenerse de la sangre se relaciona con no comer carne de animales vivos (Gn 9,4); 3) abstenerse de la carne de animales muertos sin desangrar se relaciona con lo mismo anterior (Gn 9,4); y 4) abstenerse de las uniones ilegales se relaciona con no mantener relaciones sexuales ilícitas (Gn 15,29).
Esto era importante en el caso de las comunidades de la diáspora judía en que podían encontrarse a celebrar el Ágape Fraterno cristianos de origen judío y pagano con costumbres muy diferentes en cuanto a las comidas y los consecuentes escándalos. Por lo tanto, esta medida se tomó en relación al amor fraterno y perdió vigencia en el desuso por no existir actualmente comunidades constituidas por grandes grupos de judíos ortodoxos convertidos a la fe cristocéntrica trinitaria.
Podemos encontrar un sentido analógico actualizado en estas disposiciones en cuanto a 1) desarrollar una espiritualidad verdadera; 2) y 3) honrar la vida con un criterio ecológico; y 4) honrar el matrimonio y la familia.
Mauricio Shara
Bibliografía:
Biblia versión “El libro del Pueblo de Dios”.
Detlev Dormeyer; Florencio Galindo. “Comentario a los Hechos de los Apóstoles. Modelo de nueva evangelización.” Verbo Divino, 2007.
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